A POR TODAS
Nani Roma afronta el Dakar 2017 con la ilusión de un debutante a pesar de acumular 22 participaciones El piloto del Toyota Gazoo Racing espera un rally muy duro, destacando en ese sentido la altitud de Bolivia
Nani Roma alcanzará en el próximo Dakar 2017 la que será su 22ª participación en el rally raid por excelencia. A sus 44 años, es uno de los tres pilotos que pueden decir que han reinado tanto en la categoría de motos como en la de coches, pero mantiene intacta la ilusión del primer día y no ha perdido ni un ápice de ambición. “Sé que soy un afortunado, porque realmente me apasiona lo que hago. Me motiva, y siento ese dolor de estómago cada mañana antes de competir. Mientras esto siga siendo así, continuaré haciéndolo”, dijo en una distendida charla con Mundo Deportivo durante un acto celebrado ayer en el Circuit Andorra Pas de la Casa, bajo la organización de Esponsorama.
Este año, y después de haber dejado atrás su etapa en Mini, se estrena como piloto oficial del Toyota Gazoo Racing, y lo hace
convencido de que el cambio ha sido para mejorar. “Los dos son coches muy buenos, pero distintos. Estoy satisfecho con el cambio y espero que podamos hacerlo bien”, explicó, añadiendo una curiosa reflexión. “Yo siempre digo que el coche perfecto de raids es
aquel que va mal en todos los sitios. Si yo tengo un coche que va bien en pista y no fuera de ella, eso no es buen coche para el Dakar”, argumentó Nani.
En cuanto al recorrido de la prueba, que visitará Paraguay, Bolivia y Argentina del 2 al 14 de enero, Nani tiene claro que no será en absoluto un camino de rosas. “Aparentemente va a ser más duro que el del año pasado. La parte de Bolivia es muy alta, y eso fatiga mucho”, afirmó Roma sobre el hecho de conducir a más de 4.000 metros de altitud. Cierto es que a mitad de esas dos frenéticas semanas, existe un pequeño respiro, que en realidad no es tal. “La jornada de descanso (8 de enero) es un día extraño porque en realidad no descansas nada. Dependiendo de como va la carrera, preferirías seguir”, manifestó Nani.
Por todo ello, más allá de una buen preparación física, la base está en estar fuerte de coco. “Creo que como en todo en la vida, la parte psicológica influye muchísimo. Sí que es cierto que debes tener unos mínimos en cuanto al físico, pero la diferencia te la da la cabeza”.
Sabe las sorpresas que depara la carrera, y a lo largo de estos años las ha visto de todos los colores, pero por encima del resto, recuerda una anécdota. “El momento más bestia que he vivido a la largo de estos años fue lo que ocurrió en el año 2000, cuando por una amenaza terrorista trasladaron toda la carrera con los enormes aviones Antonov de Niger a Libia. Fue impresionante”.
Como objetivo, después de haber sido sexto en la pasada edición, no oculta que piensa en ganar, pero tampoco le obsesiona. “El fracaso es no competir bien. Evidentemente la gente tiene una perspectiva diferente a la nuestra, pero para mí, si doy lo máximo posible y alguien me gana, sólo me queda felicitarle”.
Por último, en una declaración de intenciones que dice mucho de su fuerte y envidiable personalidad, rechazó a la impostora diosa fortuna.“Yo soy de los que dice que la suerte no existe. Siempre hay un por qué”, finalizó