SIN RENCOR
Xavi Pascual, que regresa al Palau dirigiendo al Panathinaikos, prevé un día de emociones “Será especial pero una vez empiece el partido estaré al cien por cien concentrado”, dijo
Las sensaciones de sentarse en el banquillo visitante del Palau Blaugrana apenas cinco meses después de su marcha deberán resultar profundas. Xavi Pascual, sin embargo, vuelve sin rencor e intentando que las emociones que pueda vivir esta noche en su retorno al Palau no alteren su disposición para dirigir a su actual equipo, el Panathinaikos, en el objetivo buscado esta noche que no es otro que la victoria.
“Será especial pero una vez empiece el partido estaré al cien por cien concentrado”, dijo ayer el técnico de Gavà. “No espero nada pero imagino vivir una buena noche y poder ver las caras de los que han sido mi familia durante los últimos años”, añadió nada más llegar a la ciudad en la víspera del partido que enfrenta a los azulgrana con los atenienses (hoy, 21.00 horas).
Pascual mostró su perfil más diplomático y profesional en el reencuentro con los medios de Barcelona, acompañado de su mujer y su hija minutos después de la llegada. Evitó referencias al pasado o muchas comparaciones del Barça actual con el que dirigió.
“No hay ventajas”, dijo cuando le preguntaron si su conocimiento del rival puede ser clave. “A estas alturas todos nos conocemos y al final dependerá de momentos. Ellos también me conocen a mí”, dijo.
Todas las valoraciones sobre su experiencia reciente en el banquillo del equipo del trébol fueron positivas. “La ciudad se mueve por emociones, tanto en los momentos positivos como negativos, y la gente siempre está al lado del equipo. Me siento muy bien porque es un club con un ADN ganador, muy familiar”. Es por ello que no se arrepiente para nada de haber tomado la decisión de aceptar el desafío. “Los fines de semanas libres se hacían muy largos”, bromeaba. “Es un gran reto, me hacía ilusión comenzar un nuevo proyecto como este porque me muevo más por los objetivos de conseguir algo”, añadió.
Su adaptación a la vida ateniense está siendo lenta por el compromiso constante con el club. Con siete viajes desde que llegó al equipo, el proceso de buscar casa se ha ido retrasando y Xavi sigue haciendo vida en un hotel donde sigue con detalle toda la actualidad de Catalunya al detalle a través de internet. De hecho, ya confía en poder ver el clásico de fútbol del próximo sábado, que empieza minutos después de su llegada tras el viaje de vuelta.
El perfil de la nueva Euroliga con más partidos no le resulta desconocido a Pascual, que dice estar
“acostumbrado a este ritmo exigente, aquí también teníamos apenas 36 horas entre partido y hay que adaptarse”, dijo. Sin embargo, no esconde que la liga griega es menos exigente que la ACB: “Es diferente. La ACB tiene más nivel pero cuidado con la intensidad en Grecia de algunos partidos”.
Sobre el partido, prudencia. “Sabemos que en el Palau no gana casi nadie y que ellos tienen un equipo extraordinario”, dijo en referencia al nuevo Barça