Ronaldinho, el nuevo misionero azulgrana
El martes por la mañana antes del partido, nos acercamos al hotel del grupo blaugrana. Saludamos a directivos, muy amables, ejecutivos, todos ansiosos y esperando por el inicio de la eliminatoria. Luego un numeroso grupo de ellos se fue a la comida oficial. Nosotros fuimos a una ‘brasserie’- a mi este tipo de local francés me gusta mucho- pero antes me estuve informando del hotel donde se hospedaba el Barça. Más que nada porque se salía del tipo normal de siempre. Este lugar en su momento estaba alejado del centro. Construyeron un lugar deportivo con piscina olímpica, luego quedó abandonado. Los cataríes siempre dispuestos a comprar lo adquirieron y construyeron un hotel. Entonces el propietario es el PSG. ¡Qué raro que el Barça se haya instalado allí! No se me habría ocurrido. Ni de broma Ronaldinho, siempre tan refinado, ya empezó su misión como embajador del club. Es un invento nuevo que utilizan otros, que no sé exactamente para qué sirve, como no sea para aumentar la nómina de gastos. Veo fotos en Estados Unidos, en lo del basket, y al lado de estos gigantes, el brasileño enseña una camiseta del Barça. Y me pregunto si es para hacer marca y cuánta gente se fija en esto. No lo tengo claro. Ahora va a viajar a China, acompañando al presidente e imagino una ingente cantidad de expertos ejecutivos. Respeto todo esto, pero no sé hacia donde vamos con estas actuaciones. Por otro lado, no se acaba de cuajar lo de la celebración de la primera Copa de Europa. Espero que se encuentre la manera que satisfaga a todos y sea un bonito recuerdo de lo que ahora parece normal pero entonces significó un éxito nunca conseguido con gran satisfacción del club y los socios. Hay que hacer de todo para que salga bien