Primer año del City con Pep
Pep lleva una temporada de adaptación con luces y sombras
Un año. Ayer se cumplió un año desde que se abrieron por primera vez las puertas de la Academy del City para dar la bienvenida a Guardiola como nuevo entrenador del cuadro celeste. Pep vistió casual aquel día, acorde con una tarde agradable en la que se congregaron miles de aficionados a los que lanzó un primer mensaje: “Lo más importante, más allá de los títulos, es que os sintáis orgullosos de nosotros”. No hubo promesas, aunque aquellas palabras hicieron brotar la ilusión en Manchester. Llegaba a su ciudad el entrenador más venerado del momento, el hombre a quien depositarían su confianza para crecer de la mano.
Doce meses de adaptación en los que ha habido luces y sombras, esperanza y decepción. Quizá lo previsible en una liga tan competitiva como la Premier, si bien es cierto que las expectativas siempre fueron mayores de lo que acreditaron los resultados. Sobre todo después de aquel inicio prometedor, diez triunfos consecutivos y un juego primoroso que dieron paso a las dudas y a la irregularidad, acentuada por la poca finura ofensiva y la excesiva endeblez defensiva, que restaron trascendencia a las exhibiciones del City en Old Trafford o en el Etihad frente al Barça. Precisamente allí, en su feudo, donde el conjunto de Pep se fue alejando de los objetivos.
Un año. O lo que es lo mismo, tiempo suficiente para conocer en profundidad a una plantilla con mucho talento. El despunte de Sané, el liderazgo de Silva o el acierto en el fichaje de Gabriel Jesus invitan al optimismo de cara al futuro. Un año en el que las lesiones, al margen de la grave de Gündogan y otra del ariete brasileño, respetaron a la plantilla, a pesar de que durante muchos tramos Pep utilizó a los mismos efectivos, señal inequívoca de la seguridad que le confirieron unos y otros.
Un año. Una primera toma de contacto en la que la nota final no ha sido tan positiva como presagiaron aquellas más de 6.000 personas que recibieron a Pep en julio de 2016. El proyecto, sin embargo, está planificado a medio plazo, con lo que se confía que la hegemonía empiece este segundo curso. El reto es mayúsculo, la ambición también
El City le fichó para ganar unos títulos que no han llegado en su primera campaña