El quinto elemento
El Barça, que en la etapa Vermaelen no le ha rentabilizado ni deportiva, ni económicamente y además ha perdido a Bartra, dará otra oportunidad al belga
El 9 de agosto de 2014 y, según recoge la prensa del día tras pasar una exhaustiva revisión médica, el Barça anunció el fichaje de Thomas Vermaelen, central belga del Arsenal por el que se iban a pagar 15 millones fijos más 4 en variables. Luis Enrique -que entonces veía a Mascherano como pivote- tenía a
Piqué, Mathieu y Bartra en plantilla, y quería un cuarto central de garantías. Vermaelen se incorporó para dar “rendimiento inmediato”. Aquella frase célebre de Zubizarreta y que, desde luego, no hace justicia a la labor de Andoni en su etapa como DT. De aquella anécdota se ha hecho juicio.
El belga, que había sufrido el año anterior en Londres dos graves lesiones en la espalda y en el tendón de Aquiles, nunca ha vuelto a estar cien por cien bien. La prueba matemática es que en sus dos primeras temporadas en el Barça más un tercer curso como cedido en Roma, Vermaelen ha disputado 33 partidos en tres años y no todos completos. Un dato que, para entendernos, podríamos comparar con lo que ha jugado
Marc Bartra en su primer año en el Dortmund: 31... que hubieran sido algunos más de no haber sido la víctima del ataque al autobús del Borussia (12 de abril) que le causó graves lesiones en un brazo.
El Barça, en su día y pese a los antecedentes físicos, decidió apostar por la veteranía y experiencia de Vermaelen en perjuicio de Bartra y ahora con dos años de contrato por delante, sea por el mismo argumento del primer día o sea porque no encuentra otra salida para él, se le volverá a dar una oportunidad una oportunidad. Valverde le llevará a la gira por Estados Unidos y
Thomas tiene todas las opciones para ser el quinto central por detrás de Umtiti, Piqué, Mascherano y Marlon. Y aquí está el problema. Ni deportiva ni económicamente se ha podido rentabilizar a Vermaelen. Y no solo eso. En el camino se ha perdido a Bartra (26) que, necesitando jugar y no teniendo minutos con el Barcelona, se fue a Dortmund por 8 millones de euros. Menos de la mitad de lo que costó su colega belga. Marc crece allí a ojos vista dando ya la estampa de ese central de categoría que se intuía aquí. Tenía sitio en el Barça pero le faltó la confianza de los técnicos que. sin embargo, apostaron por Mathieu, que no era central, por Mascherano, que tampoco lo era, y
por Vermalen que siéndolo, no podía serlo