El gran reto de Eusebio
Eusebio arranca su tercera temporada en la Real, barrera infranqueable en los 25 últimos años
Eusebio Sacristán comenzará el sábado en Balaídos su tercera temporada como entrenador de la Real, una barrera que ha resultado infranqueable para el morador del banquillo de Anoeta en el último cuarto de siglo. Si bien es cierto que el técnico de La Seca llegó en noviembre de 2015, con la Liga ya empezada, en su campaña de debut ya dirigió 29 partidos, por lo que casi se hizo cargo de la misma al completo. Si logra finalizar en el cargo el presente campeonato, Eusebio no sólo se convertirá en el octavo entrenador de la historia que supera los 100 partidos oficiales dirigiendo al equipo txuri urdin, sino que será el primer técnico en estar al frente de la nave tres campañas consecutivas desde Bernd Krauss (97-99), si bien apenas duró 9 partidos en su tercer ejercicio.
Ningún entrenador de la Real ha logrado permanecer tres temporadas completas dirigiendo al equipo desde que John Toshack lo hiciera entre la temporada 91/92 y la 94/95 (143 partidos oficiales). Ha pasado casi un cuarto de siglo y, desde entonces, la historia del banquillo de la Real ha sido la de un constantes desfile de profesionales, con contadas honrosas excepciones. Se cuentan con los dedos de una mano (Krauss, Denoueix, Lasarte -una en Segunda- y Montanier) los entrenadores que permanecieron dos temporadas completas en el cargo y, a partir de ahí, la nómina incluye todo tipo de perfiles desde el eficaz Irureta, pasando por el polémico Clemente o el inexperto Arrasate, hasta terminar en la excentricidad de fichar a Moyes. La conclusión es que seguir entrenando a la Real después de dos temporadas completas es casi un milagro.
Eusebio tiene las bases sentadas para aspirar a ello y, de paso, superar los 100 partidos oficiales como técnico txuri urdin, algo que sólo siete entrenadores han logrado hasta la fecha (Benito Díaz, Toshack, Ormaetxea, Andoni Elizondo, Artigas, Lowe y Urbieta). El más contemporáneo de todos ellos es JB, lo que indica que el fútbol moderno no está ligado con la perdurabilidad en el banquillo. Para alcanzar la centena de duelos, Eusebio tendrá que llegar al ecuador del torneo que arranca el sábado.
Les cogieron la matrícula
El reto para Eusebio no estriba únicamente en lo estadístico, aunque está relacionado con ello. El entrenador de la Real deberá implementar nuevos registros al juego de su equipo para evitar que sea tan previsible. Los rivales demostraron la pasada temporada que sabían cómo neutralizar las virtudes de los txuri urdin, por lo que el éxito en el actual campeonato pasará por sorprender con matices novedosos en la propuesta. Será lo que le acerque al resultado y, por tanto, lo que permita a Eusebio extender su exitosa etapa en el banquillo de Anoeta.
Parte del camino lo tiene recorrido el técnico vallisoletano, no en vano el grueso de la plantilla y el esqueleto elemental del ‘once’ titular continúan siendo los mismos, lo que permite tener muy avanzados los automatismos que persigue
Bernd Krauss (97-99) fue el último en estar tres temporadas al frente del equipo
De Krauss a Eusebio han pasado hasta 17 entrenadores en 14 temporadas
el entrenador. Aunque, en la actual pretemporada, ha amagado con variar de sistema y mutar hacia un 4-2-3-1, el punto de partida seguirá siendo el 4-3-3, lo que también le debe dar ventaja a una Real que, además, cuenta con un enorme potencial ofensivo que tiene que facilitarle las cosas a la hora de llegar al gol.
El gran problema que puede encontrarse es cómo llegar al arco rival. No rifar el balón y salir desde atrás sigue siendo innegociable, lo que no está mal porque está muy trabajado, pero la pasada temporada a menudo fue neutralizado por el rival con la presión adelantada.
Ser más dañinos en la estrategia, no renunciar al juego de transición, variar futbolistas de posición e incluso optar alguna vez por ser más directos pueden ser algunos de los elementos del juego que la versión 3.0 de Eusebio podría incluir en la Real. Las respuesta, a partir del sábado, cuando las soluciones que plantee el técnico deberán empezar a ser eficaces