Messi vuelve a res irar
La Argentina de Messi está siendo un tormento para el crack blaugrana. ¡Por fin ha podido respirar! En el último partido se ha clasificado con un glorioso hat trick del fabuloso Leo en Ecuador (1-3). Es único. El número 1 estará en Rusia. Ha sido un milagro después de una fase en el Grupo de Sudamérica donde de los 18 partidos disputados ha perdido 4 y, asómbrense, ha empatado 7. Un ejemplo de lo que ha llegado a sufrir Messi con esta Argentina que no ha jugado a nada son los tres encuentros protagonizados antes del de ayer en Quito. Fíjense: 0-0 en Uruguay, 1-1 contra Venezuela y 0-0 contra Perú. Estos dos últimos en casa. 270 minutos, y un solo gol marcado por la albiceleste. ¡Y con Messi en el césped!
Estoy convencido de que en estos últimos días que han debido ser angustiosos, el genio de Rosario debe haber meditado más de una vez por qué en el Barça lleva disfrutando 17 años, en los que ha levantado tantos trofeos colectivos e individuales con actuaciones magistrales. De récord en récord. Sin duda, en su día hubiera nacionalizado argentino a Xavi Hernández, o ahora a Andrés Iniesta. Hasta ha debido soñar que Luis Suárez, el uruguayo, o Neymar, el brasileño, habían nacido en tierras argentinas. Y hasta Piqué y Busquets. Sus años en La Masia le han enseñado una forma de jugar, una filosofía, un estilo, que le han ayudado a ser aún más grande. Leo es un fenomenal pelotero desde que nació. Era colosal y formidable cuando llegó a Barcelona, pero aquí ha tenido un entorno muy positivo. De un valor extraordinario.
Es muy posible que no encuentre en otro lugar del planeta, en otro club o en su propia selección, la compenetración a ciegas que tiene con sus compañeros culés. Y esta cuestión, que no es banal, puede haber sido una de las claves de las numerosas renovaciones con su Barça de siempre. Por eso esperamos que estas difíciles experiencias con su amada Argentina le ayuden a reflexionar para tomar la decisión de seguir como blaugrana indefinidamente, como lo ha hecho Andrés Iniesta. Hay futbolistas que pueden jugar en cualquier lugar. Fue el caso de
Maradona, otro genio en el campo, pero ese no parece ser el caso de Messi. No se entiende el Barça actual sin Leo, pero tampoco Leo sin el Barça. Es una historia.
Me decía un buen amigo mío ecuatoriano, Byron, que vería el partido de su querida Ecuador contra Argentina con el sentimiento dividido. Byron siempre desea que gane Ecuador, pero esta vez -en la que su selección ya estaba eliminada- me susurraba al oído que no le importaría que perdiera por una sencilla razón: “No puede ser que no veamos a Messi en el Mundial de Rusia 2018. Sería injusto para el fútbol”. Byron, muy generoso, tenía toda la razón. Leo se la dio con ese ‘hat trick’.
Pero, atención, una vez que la Argentina de Messi ha llegado a la fase final de Rusia, no la descarten. Pese a su pobre juego con Leo, ha sido tres veces subcampeona de la Copa América, y en el último Mundial de Brasil perdió la gran final con Alemania por 1-0 en la prórroga. Ese partido lo pudo haber ganado. Para Messi será un gran reto. Volverá a intentarlo aunque enfrente tenga a Ter Stegen, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Busquets, Iniesta, Luis Suárez y hasta Dembélé, entre otros. Seguro que él los quisiera tener a su lado
Es muy posible que no encuentre en otro lugar del planeta la compenetración a ciegas que tiene con sus compañeros culés