Penalti fatal para el filial azulgrana en Los Pajaritos
El filial barcelonista cayó a diez minutos del final tras dominar, pero sin pegada
El Barça B perdió en Soria su primer partido fuera de casa. A pesar de que el conjunto barcelonista tuvo una buena ración de dominio, la contienda se resolvió de penalti, cometido por Choco Lozano sobre Guillermo Fernández, a falta de diez minutos para el final. Ortolá adivinó la trayectoria del lanzamiento del propio Guillermo, pero no rechazó aunque tocó el balón. El meta del conjunto de Gerard fue uno de los más destacados, con grandes intervenciones, aunque el filial azulgrana tuvo sus opciones hasta el final.
El Barça B dominó durante muchas fases, pero le faltó profundidad y pegada ante un Numancia pétreo que supo cerrar bien los espacios y salir a hacer daño a la contra, sobre todo en el primer tiempo. Ortolá se lució a remates de Valcarce, Pere Milla o Unai, mientras el Barça B, que llegó a monopolizar el balón, sólo inquietó en faltas, una de ellas muy protestada por el público, al señalar el árbitro cesión al meta aunque el pase de Unai Medina fue rechazado por Marc Cardona.
Mejoría en la segunda parte
Gerard hizo un doble cambio en el descanso, con la intención de reforzar la media ante el desbarajuste del tramo final, en que el Barça se había defendido como gato panza arriba. Tras el descanso, Sarsanedas, sustituto de Fali, colaboró con Oriol Busquets en la creación y Concha entró por un inoperante Vitinho. Mejoró el control. Pese a la pesadilla que fue Pere Milla, que generó peligro y tuvo las mejores oportunidades en el segundo tiempo, con dos tiros ajustadísimos, el Barça mejoró en ataque, sobre todo, por la proyección de Cucurulla por la izquierda.
Sin embargo, cuando mejor estaba afrontando los minutos finales el Barça y tras una gran ocasión de Arnáiz tras jugada iniciada por Aleñá y pase de Oriol Busquets que neutralizó el meta, llegó el jarro de agua fría: penalti de Choco Lozano por arrollar a Guillermo. El propio Guillermo Fernández no perdonó y hasta el final, con más nervios y tensión que juego, el Barça no reaccionó