Un equipo de leyenda con un estadio obsoleto
Miles de aficionados bajo la lluvia no es el mejor reclamo comercial para conseguir más ingresos
La política y los dos goles de Paco Alcácer no fueron las únicas noticias en el último partido del Barça en el Camp Nou. Una persistente lluvia hizo rodar el balón con más rapidez, pero dejó sillas vacías, incomodó a decenas y decenas de miles de aficionados y convenció a muchos socios de que, definitivamente, en los días de lluvia el Camp Nou no es el mejor lugar para ver un partido de fútbol.
Afortunadamente Barcelona no es una ciudad lluviosa. Afortunadamente, porque la imagen del Camp Nou con las gradas llenas de chubasqueros resulta más que patética, anticuada y obsoleta. El Camp Nou es posiblemente uno de los peores grandes estadios del mundo para presenciar un match en un día de lluvia. La estructura ya no puede más. Además, hay goteras, no hay servicios sanitarios adecuados y la restauración roza el tercermundismo. Los goles y el lateral están al descubierto y la situación puede llegar al estremecimiento si se observa con el efecto de la lluvia superpuesta a los focos cayendo libremente sobre los cuerpos de los aficionados. Y si dirigimos la mirada hacia la gran estructura de la cubierta de tribuna, nos trasladamos a otros tiempos. Lo que hace 60 años fue un prodigio de la arquitectura y la técnica es hoy una mala imagen.
El Camp Nou ofrece hoy por hoy el aspecto de otra época y es impropio de un club con cinco Champions y que ostenta el título de ser uno de los tres clubes más poderosos del planeta. La reconstrucción del Camp Nou, que en las próximas semanas finalizará su largo proceso burocrático-administrativo, será el gran legado de Josep Maria Bartomeu. Posiblemente será otro presidente quien inaugure la nueva instalación en 2022, pero de momento es a Bartomeu y al directivo Jordi Moix,el comisionado del Espai Barça, a quienes hay que otorgarles el mérito de que, tras el referéndum de 2014, hubieran organizado un concurso internacional de arquitectura, cuyo jurado tuvo a bien otorgar la obra a la firma japonesa Nikken Sekkei.
Hace un par de semanas, Tadao Kamei, el presidente de Nikken Sekkei hizo una presentación en Barcelona en la que mostró los proyectos en los que está trabajando la compañía nipona en todo el mundo. Fue emocionante el momento de la presentación en la que apareció en la pantalla el proyecto Espai Barça. La slide del Camp Nou hasta provocó que el propio Kamei sonriera.
Desde el pasado verano, Nikken Sekkei se denomina Nikken y bajo el liderazgo de Kamei la compañía sigue interesada en contribuir con sus obras, y entre ellas con el Espai Barça, a la construcción un mundo menos contaminado y una sociedad más harmónica con la naturaleza, más segura y con una mayor tranquilidad de espíritu. Nikken y su revolucionaria concepción de la arquitectura y el urbanismo, jugará un papel decisivo en la construcción del
Bartomeu y Moix no deberían dejar de hablar y explicar las excelencias y ventajas del ‘Nou Camp Nou’ Tadao Kamei, durante su presentación en Barcelona de los proyectos de Nikken en todo el mundo. FOTO: ALBERT MONTAGUT
Barça del futuro.
La historia nos dirá sin duda que el Nou Camp Nou debió empezar a construirse después del triunfo de la Champions en París. Es una lástima que el mejor jugador de todos los tiempos, Leo Messi, no haya disfrutado de un mejor altar. El presidente Joan Laporta debió haber apostado por la mejora del estadio. Lo intentó con un bellísimo proyecto de Norman Foster que quedó paralizado. Fue el presidente Sandro Rosell quien puso en marcha el proyecto actual, aunque ya no era presidente cuando los socios, abrumadoramente, respaldaron la obra en un referéndum, frente a muy pocas voces involucionistas y sin demasiado criterio que no querían retocar el estadio.
Bartomeu y Moix no deberían dejar de hablar y explicar el Espai Barça. Tras los goles de Messi es lo que más puede entusiasmar y enamorar a los socios y seguidores. En estos momentos de crisis política y en la que el club sigue sin encontrar un modelo de gestión y de negocio sólidos, el Espai Barça y el Nou Camp Nou es la gran apuesta de Bartomeu y de todo el barcelonismo.