Mejor con Neymar
La convivencia entre Alba y Ney fue magnífica en las tres primeras temporadas
Jordi Alba se sinceró en una entrevista concedida al amigo Manel Bruña.
“Sin Neymar tengo más carril, para mí mucho mejor ”, fueron las palabras del lateral a MD en la concentración con la selección. “Al recuperar el carril más para mí me viene fenomenal y me encuentro muy cómodo y eso se demuestra en el campo. Estoy disfrutando como hacía tiempo que no disfrutaba”, argumentó. Es indudable que para un lateral izquierdo es más sencillo jugar sin un compañero delante, pero lo que sí es debatible si es más productivo o no. Y más aún si el compañero que tiene delante es un futbolista privilegiado que te devuelve el balón mejor que como se lo entregas, atrae defensas, genera superioridad es y se saca asistencias maravillosas.
Alba está recuperando poco a poco su mejor versión y cuando analiza táctica mente los beneficios de la ausencia de Neymar en el césped, tiene demasiado presente en su memoria el desenlace del curso pasado y su rendimiento por debajo de su nivel habitual, posiblemente en parte también por culpa de Ney, que le dio menos balones que en épocas anteriores. Pero
Neymar y Alba convivieron otros tres años en las que este ofreció una imagen magnífica. La misma reflexión vale para Luis Enrique. Es comprensible que la recién iniciada relación del defensa con Valverde sea maravillosa, pero Alba sería injusto si su falta de sintonía con ‘Lucho’ en los meses finales empañara los exitosos dos primeros años juntos.
Mi mejor recuerdo en el fútbol base y amateur, actuando como lateral zurdo, será siempre haber tirado unas paredes con Juan Carlos
Moreno, uno de los mejores ‘11’ de la historia de La Masia y hoy pieza clave, desde la dirección deportiva, del éxito del Girona. Y no tengo ninguna duda de que en unos años, cuando cuelgue las botas y mire al pasado, Alba enterrará los últimos malos momentos con Neymar y pensará en el auténtico privilegio que habrá sido para él compartir la banda izquierda del Barça con un fenómeno como el brasileño, al que algún día, esperemos que lejano, posiblemente echará de menos. Los grandes jugadores nunca molestan