El niño que lloró con la final de Saint Denis
Oriol Busquets tenía 7 años cuando el Barça ganó en París, su primer recuerdo culé
“¡No soy familia de Sergio Busquets!”, es la frase que más veces repite habitualmente Oriol Busquets, el joven de 18 años que debutó ante el Murcia con el Barça. No tienen ningún parentesco familiar, pero sí futbolístico. Oriol también juega de mediocentro y es otro ‘4’ que produce la factoría de La Masia.
Natural de Sant Feliu de Guíxols, ha recorrido todas las categorías del fútbol base azulgrana, en el que ingresó cuando tenía solo 8 años. Ahora tiene 18 (nació el 20 de enero de 1999) y el miércoles ante el Murcia alcanzó el sueño de todos los niños que crecen en La Masia, aunque explica que “la verdad es que nunca lo había soñado, pero si lo hubiera hecho habría sido así, porque ha sido el debut soñado por cualquier jugador que lleva en la casa desde pequeño”. No lo había soñado, pero admite que sí que pensaba en el día del debut, “algo que veía como todavía muy lejano”.
Se define como un centrocampista con potencia, que ayuda a la salida del balón y con mucho recorrido y también señala sus puntos a mejorar: “El juego de espaldas y el juego aéreo, por ejemplo. Aún tengo que mejorar mucho día a día para poder llegar al primer equipo del Barça”.
Nacido en el 99, su primer recuerdo azulgrana es la final de Saint Denis de 2006, cuando él tenía siete años. “Lloré cuando el Arsenal nos marcó el primer gol”, confiesa ahora que comparte vestuario con Andrés Iniesta, uno de los protagonistas de aquella final y con el que entonces ni podía imaginar que coincidiría. Su ídolo de niño era Deco y ahora se fija en lo que hace Sergio Busquets, al que espera parecerse.
Ante el Murcia también debutó David Costas, que ha seguido un camino muy distinto al de Busquets para llegar al Barça. Costas se formó en A Madroa, en la cantera del Celta de Vigo, y debutó en Primera hace ya cuatro años, cuando Luis Enrique era el técnico en Balaídos. En su currículum hay también partidos de Europa League y dos cesiones al Mallorca y al Real Oviedo. La temporada pasada realizó una excepcional segunda vuelta en el Carlos Tartiere y en vista de que en el Celta no tenía el sitio asegurado decidió probar fortuna en el Barça B. Está cedido por el cuadro gallego y confía en poder quedarse en el Camp Nou.
El gallego admite que “cuando estaba en el Oviedo la verdad es que no pensaba que unos meses después estaría debutando en el Barça, al lado de los mejores del mundo”. Costas explica que “cuando debuté con el Celta era más inmaduro”, aunque no esconde que antes de estrenarse en el Camp Nou para sustituir a Piqué se puso nervioso: “Un poco si, además entrar por Gerard fue un privilegio, es uno de los mejores del mundo. Ojalá algún día pueda jugar con él”.
A David Costas, que ya fue convocado a San Mamés y Mestalla, le haría mucha ilusión repetir mañana ante el Celta, el club en el que creció, pero sabe que su sitio está en el filial. “Sería bonito, pero yo pienso en mi equipo que es el B y en ganar en Reus, que nos hace falta”. Como Aleñá y Arnáiz, Costas y Busquets esperan volver a entrar en los planes de Valverde
Ingresó en La Masia a los ocho años y nunca había soñado con la noche de su debut
David Costas, el otro debutante, ya había jugado en Primera en el Celta de Lucho