Señales de alarma en el PSG tras las dos derrotas
Perder contra el Estrasburgo y el Bayern, golpe para un equipo con fragilidades
Tras más de cinco meses invicto, el Paris Saint-Germain (PSG) acaba de sufrir dos derrotas consecutivas, suficientes para que hayan aparecido grietas en la confianza de un equipo que, hasta ahora, había admirado por su fiabilidad. Pero este PSG también tiene aspectos frágiles. En tres días, la sólida formación de Unai Emery, que sólo había encajado 10 goles en Ligue 1 y uno en Champions, vio perforada cinco veces su meta, dos en el campeonato frente al Estrasburgo (que le derrotó por 2-1) y tres contra el Bayern (3-1 para los bávaros).
Son dos tropiezos que en nada ensombrecen las opciones de los parisinos, líderes en Ligue 1 con un colchón de 9 puntos y primeros del grupo B de la Champions. Pero las dos derrotas han llevado al diario L’Équipe a titular ‘Alerta roja’ y a mitigar el ambiente de euforia que se vivía entorno al conjunto liderado por Neymar y Edinson Cavani.
El PSG ha perdido dos partidos de signo diferente, pero que en ambos casos evidencian sus carencias. Frente al Estrasburgo, cayó frente a un recién ascendido.
Lección para el futuro
En Múnich, dejó escapar buena parte del capital de confianza que había ganado con la goleada (3-0) frente a los bávaros en el Parque de los Príncipes. El equipo pensó entonces que había dado el paso definitivo para figurar entre los mejores y sus dirigentes proclamaron que ya no había duda de que el PSG estaba invitado a la mesa de los elegidos. Pero, tras caer en Múnich, el presidente, Nasser Al-Khelaïfi, tenía problemas para ocultar su malestar. “Estoy muy decepcionado. No lo dimos todo en este partido. Es una gran lección para el futuro”.
Los 222 millones que desembolsó por Neymar este pasado verano fueron percibidos como un atajo para el PSG de cara a llegar lo antes posible a la cima de Europa. Pero la derrota contra el Bayern demostró que hace falta algo más para triunfar en el viejo continente. El PSG tiene aun tiempo para recuperar el rumbo, pero los galácticos de Emery ya saben que su temporada no será el paseo que se les auguraba hace una semana