Dembélé, reto para Valverde
La deslumbrante trayectoria del Barça en Liga y Champions ha conseguido, entre otras cosas, que no se hable de los suplentes, que no se añore a Neymar y que no se recuerde que el fichaje más caro de la historia del Club, Dembélé, lleve tres meses de baja, pero que esté ya listo para reaparecer. El 4-3-2-1 de Valverde está consolidado y no hay quien discuta los once titulares que arrollaron al Real el sábado en un segundo tiempo memorable. No vamos ahora a ponderar las virtudes de un grupo consolidado y largamente ponderado en todos los foros, pero sí cabe destacar el papel básico de Vermaelen y Paulinho, vituperados antes de haber tenido oportunidad de mostrarse de forma continuada, uno debido a sus continuas y ya olvidadas lesiones, y otro por ese anhelo de algunos por destruir fichajes que no entienden o no les guste, siquiera se trate de un titular de la selección brasileña.
Pero ahora llega Dembélé ,un asunto que no es menor por la etiqueta que lleva colgada con su precio, algo que no se debe considerar en el momento de juzgarle. Vuelve tras una lesión gravísima para un jugador explosivo (el que suscribe tuvo que dejar el fútbol por algo muy parecido, aunque en este caso nada se perdió, desde luego) al que Valverde deberá encajar en un grupo que ya juega de memoria y que no parece necesitar alternativas para mejorar sus prestaciones.
¿A quién puede sustituir Dembélé? He ahí el gran dilema para el técnico, porque sus características como mediapunta rapidísimo, no tienen réplica un equipo en el que son laterales los que irrumpen por las bandas, mientras el resto, Messi incluido, se dedica a reforzar el potente juego interior. Para Valverde, un técnico que sabe positivar los problemas, es un gran reto encajar a Dembélé, porque comportará retocar un sistema que funciona y unos jugadores que parecen insustituibles, salvo rotaciones o dosificaciones, como en el caso de Iniesta