Metáforas delirantes
Jorge D’Alessandro pretendió dar una lección de fútbol que acabó en el desagüe
Ida de la eliminatoria de Champions Chelsea-Barça. Minuto 74. Ustedes vieron en la tele que Christensen pasaba un balón cruzado de lado a lado de la defensa, no llegó Cesc, no llegó Azpilicueta, la robó Iniesta, la dio para atrás a Messi y empate del Barça.
Después del partido, en Champions Total de Mega -el análisis futbolístico que modera Josep Pedrerol en las jornadas europeas-, el colaborador Jorge D’Alessandro describía así la estrategia de ese gol del Barça: “Cuando se coquetea siempre en la corona del área, al final suena la cadena del wáter. ¡Escúchame!” ordenaba con ímpetu el argentino a José Antonio Martín ‘Petón’. Y siguió desarrollando una metáfora tan delirante como poco eficaz. Emulando el sonido de la cisterna al descargar el agua, explicaba: “Al final hizo ‘Shhhhh’ la corona. Porque te iba a decir la taza del wáter”. Petón, más proclive a la argumentación precisa de la táctica, no daba crédito. D’Alessandro, con la cara roja por su arenga embravecida, seguía su diatriba sobre el gol de Messi: “Hoy, con ese pase atrás, era tanta la insistencia del fallo de los pases del Barça, que al final hay una imprecisión y te mandan para dentro”. Ese ‘para dentro’ lo acompañó de un leve gesto con los brazos, como si encestara algo en un depósito, como si dejara caer algo en un recipiente.
D’Alessandro concretaba: “Es decir, cuando estás tanto en la corona, al final pasa algo. Quiero decir que no te doy el papel higiénico. El 1 a 1 ha dado satisfacción al equipo del Barça”. Mensaje recibido. Después de los nervios de un partido decisivo de Champions, con el agotamiento clásico del culé sufridor, hay metáforas futbolísticas con las que no sabes si reír o llorar. Petón optó por la indulgencia y desmarcarse del enardecimiento escatológico.
Las tertulias futbolísticas se han saturado. Tanta gente hablando a la vez de conceptos tan específicos, acaba por pulverizar la creatividad de los colaboradores. Los hay, pobres, que se esfuerzan tanto para explicar el juego de una manera pedagógica, que acaban sufriendo una auténtica diarrea futbolística