El mayor bochorno de la Champions
El Kielce destroza (41-17) al filial del Rhein-Neckar en unos octavos indignos
Consumado el mayor despropósito de la Champions. El mundo del balonmano asistió ayer atónito a un bochorno inadmisible en la alta competición, un disparate que de una forma u otra debería tener consecuencias para sus responsables. La ‘guerra’ de poder y calendarios entre la Federación Europea (EHF) y la Bundesliga se cargó toda una eliminatoria de octavos de final de la mejor competición mundial de clubs entre dos equipos de primerísimo nivel.
El PGE Vive Kielce ya resolvió el cruce y está ‘de facto’ en cuartos al ganar por 24 goles en la ida (41-17) al filial del Rhein-Neckar Löwen, el gran perjudicado en toda esta historia. El campeón alemán envió a Polonia a un equipo reserva al priorizar el encuentro de la Bundesliga que jugó justo después en Kiel.
Los ‘Leones’ titulares también perdieron en Kiel (27-22) y su ventaja al frente de la tabla se redujo a dos puntos sobre el Füchse Berlín: 42 por 40. El Kiel marcha 6º con 35 puntos y un partido más.
El Rhein-Neckar, líder en una durísima competición doméstica, mostró su indignación cuando semanas atrás la EHF fijó el encuentro de Champions el mismo día que el de la Bundesliga contra el Kiel, programado con más antelación como el partido estrella de la 26ª jornada para la retransmisión en directo de la cadena pública ARD.
Siete jugadores sub-20
Ninguna de las soluciones propuestas tuvo éxito y finalmente el filial del campeón alemán fue el rival del Kielce, que, obviamente, destrozó a un conjunto de nivel muy inferior, de la Tercera División alemana. Siete de los 14 jugadores desplazados a Kielce son menores de 20 años y uno incluso apenas cuenta 17, Schmiedt.
“Es doloroso, pero nos vemos obligados a tomar esta decisión por la actitud de las dos federaciones, que han causado un daño enorme a nuestro deporte”, se quejó la directora ejecutiva del Rhein-Neckar, Jennifer Kettemann.
Desde el primer momento se vio la diferencia de nivel entre el Kielce, campeón de la Champions de 2016, y el Rhein-Neckar B, que ya perdía por 21-8 al descanso. La herida se agrandó en la segunda parte hasta los 24 goles de renta para los polacos, con Jurecki (7), Strlek (7) y Dujshebaev (5) como máximos goleadores.
Keller (5) y Ganz (4), ambos de 20 años, fueron los alemanes más acertados. Las estadísticas no engañaron: el Kielce marcó el 80% de sus tiros por 37% el RheinNeckar y la portería polaca tuvo un acierto del 50% por un mísero 16% del rival. Lo dicho, consumado el bochorno europeo
Los alemanes jugaron ayer dos partidos por la ‘guerra’ entre la EHF y la Bundesliga