LOS SUPLENTES DAN OTRO PASO
Un Barça inédito y huérfano de titulares arrancó un empate ante el Celta que le mantiene invicto y le acerca más al título Dembélé y Alcácer, impulsado por el ‘factor Messi’, pusieron los goles pero una mano de Iago Aspas les privó de ganar
por sus ocasiones, sino porque Valverde ordenó a Messi calentar en la banda. Entendía que al equipo le faltaba un plus ofensivo, la manera de conducir el balón hacia el área celtiña. Con las miradas puestas en la banda, Jozabed dibujó un disparo con rosca que salió desviado. Agarrotados, los azulgrana no sabían cómo sacudirse la presión gallega y cuando lo hacía no sabía cómo culminar sus intentos. Alcácer llegó a ‘birlar’ un balón a Sergio pero con la portería huérfana, Dembélé no adivinó qué hacer.
Cambios rápidos
Esta vez, Valverde no esperó en las sustituciones. Lo hizo rápido. Entró Leo y también Sergi Roberto. El argentino desplazó a Alcácer a la izquierda y se convirtió en falso ‘9’. De repente, el Barça recuperó su fisonomía, sus pulsaciones y sus ganas de ganar. Encontró vías de escape y manera de combinar. Y en una de sus aproximaciones, volvió a adelantarse. Intervino Dembélé, profundizó Semedo y anotó Alcácer el 1-2 después de tiempo sin hacerlo. El ‘efecto Messi’ volvía a asolar un estadio. Otra vez.
Pero su presencia no cortó la hemorragia de balones perdidos Hasta el punto, que la defensa se vio desconcertada. Tanto que en un balón robado, Iago Aspas forzó la expulsión de Sergi Roberto al tumbarle a la carrera. Hacía diez minutos que jugaba. Con un centrocampista menos, el Barça se agobió. Pasó apuros, miró en exceso al reloj y a Ter Stegen, un recurso defensivo del que abusó.
Y así llegó el 2-2. Un centro de Emre Mor, Iago Aspas volvió a citarse con el gol. Gracias a un rechace que le dio en la mano al delantero del Celta. Nadie protestó, pero el VAR lo hubiera anulado. El empate entusiasmó a la grada y a un Celta que se veía capaz de todo. Lo intentó hasta el final, pero no le alcanzó