Narradores y animadores
Jornada de grandes victorias deportivas que celebraron los comentaristas
En un fin de semana de intensos e importantes acontecimientos deportivos, hemos comprobado como la alegría de las victorias y las consecuciones de títulos han arrastrado a narradores y comentaristas, que se han convertido en testimonios emocionados e incondicionales animadores de la épica de los ganadores. En los minutos finales de la Ryder Cup, de elevada emocionalidad, vimos las lágrimas de Sergio García ya Jon Rahm mientras los narradores de Movistar+ festejaban su victoria y compartían una experiencia poco habitual en nuestro deporte: el sentimiento europeo como equipo.
Casi simultáneamente, Alejandro Valverde cruzaba la línea de meta que le convertía en campeón del mundo. También le vimos llorar aél,yen Teledeporte escuchamos una narración desgarrada de Carlos de Andrés que nos pedía a los espectadores que empujáramos todos para que Valverde consiguiera la victoria y se reiteró en tropecientos “¡Vamos!”, descargando energía para que el ciclista español conquistara la meta el primero.
Poco después, en la misma cadena, los comentaristas Nacho Calvo y Marta Fernández exhibían su alegría ante la medalla de bronce de la selección femenina en el Mundial de Baloncesto. Su felicidad se vio deslumbrada por la inesperada presencia de la Reina Letizia para ser entrevistada. El desconcierto de los comentaristas fue evidente. “Hola, qué tal…” titubeó Calvo. Y después de una genuflexión precipitada y un aturullado beso flotante en la mano preguntó: “¿Qué le ha parecido el comportamiento de la selección española de baloncesto…? La femenina…”. Después Calvo le pasó el marrón a su compañera. Fernández tuteó a la majestuosa dama: “Bueno, yo… ¡Encantada de que estés aquí con nosotros! ¡Nos has traído suerte!”. Doña Letizia, con grácil escaqueo, huyó de la escena después de cumplir con las obligaciones de su cargo. A continuación, la periodista Elena Giménez entrevistó a la jugadora Silvia Domínguez. Luego le dio las gracias y al considerar erróneamente que ya no estaba en directo gritó a su entrevistada con fervoroso entusiasmo: “¡Guaaapaaa