LA FINAL DEL DE
River Plate y Boca Juniors deciden en Madrid quién es el campeón de Sudamérica Máxima seguridad en las calles y la sensación de asistir a un espectáculo Disney La final de Libertadores se ha convertido en el partido más largo de la historia
El campeón de Sudamérica levantará esta noche la Copa Libertadores en el cielo de Madrid ante 80.000 espectadores llegados de medio mundo, apenas 8.000 desde Argentina. River Plate y Boca Juniors disputarán la final del destierro, la final de la vergüenza, la final del descrédito, una final que debía ser histórica porque nunca antes el super-clásico se había dado en una final de Libertadores y ha pasado a ser histórica por las pedradas al autocar de Boca, el protagonismo de las Barras Bravas y a la circunstancia de estar viviendo el partido más largo de la historia; la ida debía jugar el día 10 de noviembre y se retrasó 24 horas por la lluvia, la vuelta debió jugarse el 24 en el Monumental... y se juega esta noche en el Bernabéu.
Madrid está vigilada por 2.054 agentes de la Policia Nacional española que no están para bromas. El Gobierno español decidió dejar sin puente a estos expertos en seguridad y poner al servicio de la Copa Libertadores un amplio operativo, el doble del que emplearán para la final de la Champions League: alto riesgo. Pero apenas han viajado 200 barras bravas y de segunda fila, los argentinos que han llegado de media Europa asisten al partido con la pasión y la nostalgia del que vive lejos de su país, el resto de aficionados vive la gran final como un espectáculo de Disney, todo muy pulcro, bien organizado, con luces de colores y la sensación de que el evento es más por lo que genera en el mundo que por lo que veremos en el terreno de juego.
De Boca hay ganas de ver al ‘Apache’ Tévez porque si conquista este título se retira y ha dado momentos de gloria al fútbol. Guillermo Barros Schelotto recupera a Cristian Pavón, lesionado en la ida y cuenta con Wanchope Ábila está en estado de gracia (14 goles) y Darío Benedetto, que se ha convertido en el factor sorpresa desde las semifinales (4 goles).
El Muñeco Gallardo tendrá que seguir el partido desde un palco, que ya es más cerca de lo que vio el