Tercer doblete de Marcelo Hirscher en Adelboden
pasado: desde 1994 sólo habían ganado un partido en postemporada, acumulando 11 derrotas. Por fortuna para los de Andy Reid, el joven quarterback Patrick Mahomes (23 años) sólo vive para el presente.
El sólido candidato a MVP de la temporada condujo a Kansas City a un triunfo inapelable (31-13) forjado en un arranque devastador: sendos touchdowns del runningback Damien Williams y el eléctrico multiusos Tyreek Hill y un field goal pusieron a los Chiefs 17-0 arriba a inicios del segundo cuarto y el resto ya fue cuesta abajo. El propio Mahomes anotó otro touchdown de carrera en el segundo cuarto que, unido a una buena actuación de la defensa local, comandada por Justin Houston, bloqueó cualquier intento de remontada de Indianapolis.
Más fácil aún fue la tarea de los Patriots, finalistas el pasado año, que se metieron en su octava final de la AFC consecutiva tras pulverizar a los Chargers (41-28) gracias a una primera mitad impecable. El veteranísimo Tom Brady (41 años y cinco anillos le contemplan) lanzó para 343 yardas y sus corredores (Michel, Burkhead y White) finalizaron el trabajo a placer en la ‘red zone’. Al descanso ya ganaban por 38-7.
Más oposición hallaron los Rams ante los Cowboys (30-22), aunque la eficacia de su juego de carrera bastó para decidir. La pareja de runningbacks que forman el torpedo CJ Anderson (1.73 m. y 102 kg., fichado el mes pasado) y el Wild card imparable Todd Gurley, de regre- so al equipo tras tres semanas de descanso, es pura dinamita. Tras un field goal local, Dallas tomó la iniciativa con un touchdown de Amari Cooper (3-7) y a partir de ahí los Rams reaccionaron con cuatro anotaciones consecutivas sin respuesta –dos field goals de Zuerlein y dos TD de los citados Anderson y Gurley (23-7)– dejando el partido visto para sentencia Ha dado muestras de saber llevar la presión en múltiples ocasiones y ayer lo volvía hacer en uno de los escenarios que más le gusta. Después de pasar a la segunda manga con el tercer mejor tiempo, en la bajada decisiva Marcel Hirscher se transformaba y una vez más demostraba de lo que es capaz al lograr el mejor tiempo de todos los esquiadores y lograr la segunda victoria en dos días en Adelboden (Suiza), esta vez en el slalom, en el tercer doblete que lograba en este escenario tras los de 2012 y 2018. Un triunfo que logró ante 30.000 espectadores en un estadio de Chuenisbärgli muy complicado y bajo una intensa nevada y que lo consolida al frente de la clasificación del SL y de la general de la Copa del Mundo, además de dominar el gigante. La de ayer era su victoria número 67 en la Copa del Mundo de Esquí Alpino tras 235 participaciones, la novena de la temporada, la cuarta en SL. Al acabar la prueba le preguntaban por las claves de su victoria y él, jadeante todavía tras el esfuerzo, decía: “Ha sido una locura y he ido a ‘full gas’. Adelboden es un lugar muy especial para mí“.
Tras él se clasificó el joven Clement Noel (Francia) que lograba su primer podio en la Copa del Mundo y un resignado Henrik Kristoffersen, que de nuevo cometió demasiados errores en los momentos decisivos como para aspirar a derrotar a Hirscher. Peor le fueron las cosas al austríaco Marco Schwarz. Acabó la primera ronda con el mejor tiempo, pero en la segunda, tal como le pasó en Zagreb (Croacia) falló y no llegó a la línea de meta.
También compitió ayer Joaquim Salarich, en la que era su segunda Copa del Mundo de la temporada. El menor de los Salarich remontó 14 posiciones, pero no le bastó para pasar ronda. Él se mostraba satisfecho de su concurso a la espera de una nueva oportunidad. “No estoy disgustado. Creo que he esquiado bastante bien algunas partes y otras como el muro me han costado. Toca seguir adelante y buscar en Wengen (Suiza) estar entre los 30 mejores” Celes Piedrabuena