Ladridos y ladrones
Los graves errores de los árbitros perjudicaron a los dos equipos
la balanza.
Dicen los que defienden el robo al Madrid que la diferencia entre el uno y el otro es que la falta no se puede rearbitrar y el supuesto tapón final sí. Tienen razón. Pero me gustaría que me respondieran a una pregunta. Si los árbitros hubieran decidido tras revisar el vídeo que no había tapón ilegal y la victoria se le hubiera llevado el Madrid, ¿no habría entonces robo al Barça? ¿La durísima falta a Singleton (una antideportiva que habría dado dos tiros libres y banda al Barça) no es relevante? ¿Si una acción justo habría sido implantarlo para revisar todo, pero los partidos entonces podrían pasar a durar cuatro horas. Por eso, que algo no pueda ser revisado por el vídeo no significa que sea correcto. ¿O no hubieran cambiado los árbitros su decisión sobre el hachazo de Randolph a Singleton si hubieran podido recurrir al vídeo?
Es normal que el Real Madrid esté enfadado pero no por el error arbitral final. Debe estarlo porque perdió un partido que tenía en el bolsillo en el último cuarto y que también tenía encarrilado en la prórroga. Cuando Reyes se retira bramando al vestuario al rato pasa Sergio Llull y comenta en voz alta una valoración bien distinta: “No pueden llegar al final, vamos ganando de dieciséis”. Esa es la clave del partido, esa ventaja dilapidada es la que hace que al final estemos hablando de dos errores de los árbitros.
El Real Madrid, dentro de su pataleta de mal perdedor, ha filtrado que se plantea abandonar la ACB como protesta si así lo quieren los abonados. No hagan caso, no lo hará. Por intereses políticos al club blanco no le dejarían abandonar nunca la liga española. Y si lo hiciera sería el principio de su fin, pues ¿qué estrella querría fichar por un equipo que solo juega una competición y que reduce así su exposición mediática y, por tanto, su valor?
Mucho ladrido y pocos ladrones
Llull, un señor, da con la clave: “No pueden llegar al final, vamos ganando de 16”