NATACIÓN El dilema de los clubes: sobrevivir sin piscinas

N Cerradas aunque no hay razones claras

Las piscinas siguen cerradas en España, a pesar del progresivo avance del confinamiento. Esta situación se está dejando notar en las arcas de los clubes de natación, quienes ven cómo su masa social, la base de su sustento, está haciendo que aumenten los efectos de la crisis derivada del coronavirus.

La pregunta es clara: ¿por qué no se permite la apertura de las piscinas de los clubes con las condiciones de seguridad pertinentes? La respuesta de clubes y organismos también lo es: no se sabe. A pesar de la elaboración de informes técnicos favorables a la apertura, el Gobierno todavía no ha dado su visto bueno para ello. Catalunya confía en que al menos la fase 2, en unos días, traiga puertas abiertas y algo de aire a la economía de su amplio tejido acuático.

“El problema viene por entender que las piscinas son un espacio de fin recreativo”, explica la Federació Catalana de Natació, que trabaja junto a la RFEN para obtener el ansiado permiso de apertura. “Hemos conseguido que se adelante este hecho de la fase 3 a la fase 2. En Catalunya hay datos que hablan de pérdidas económicas para los clubes de entre el 7 y el 8%, aunque hay muchas realidades diferentes”, explica el presidente de la Catalana, Enric Bertrán. Los clubes que viven de las cuotas son los que más están notando la crisis.

Clubes que son mayoría.“Seguramente las pérdidas totales sean de más de treinta millones de euros. Ya estamos hablando de entre siete y ocho millones de euros de pérdidas de marzo al 30 de mayo”, lamenta Eduard Escandell, presidente de la Associació Empresarial de Clubs de Natació de Catalunya y del Club Natació Granollers.

El tejido social se está viendo muy afectado, incluso en los clubes de más renombre. Estos siguen necesitando las cuotas de sus socios para subsistir, pero no pueden ofrecer el uso de sus joyas, las piscinas. “Aquí las cuotas de los socios sostienen entre el 70 y el 80% de los ingresos”, explica el Club Natació Sabadell. “Hay que seguir cobrándolas por una cuestión de mantenimiento”, cuenta el Club Natació Sant Andreu.

Porque el número de socios también baja. “Hemos perdido unos 3.200 y hay que gestionar el mantenimiento de instalaciones, el consumo, los sueldos de los trabajadores...”, lamenta el Club Natació Terrassa. Y es que, con las piscinas cerradas sin una razón específica para ello, los clubes intentan seguir adelante como pueden

LAS CLAVES

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MOTIVOS NO CLAROS Los informes técnicos no aluden a un peligro acuático

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