“EL AÑO DEL ASCENSO FUE TODO PERFECTO”
Sergio Rodríguez (Logroño, 1978) fue uno de los integrantes de aquella plantilla que en la temporada 09/10 consiguió devolver a la Real al lugar que le pertenece. El actual entrenador de la UD Logroñés solo jugó dos temporadas en el conjunto txuri urdin, pero aún guarda muy buen recuerdo de Donostia.
¿Qué tal va todo?¿Pensando ya en el playoff de ascenso a Segunda no?
Sí. La semana pasada empezamos a hacer los tests protocolarios y esta semana hemos empezado con los entrenamientos individuales. Está siendo un poco complicado en cuanto a organización porque tampoco tenemos unas instalaciones con varios campos, estamos un poco limitados en ese sentido. Tenemos que hacer bastantes turnos y encima esta semana en Logroño está haciendo mucho calor, pero bien. Todos han venido bien, con muchas ganas y, dentro de los medios que tenían, en un buen estado físico.
Jugó dos temporadas en la Real. ¿Qué destacaría de su paso?
Fueron dos temporadas para mí muy felices. Primero porque llegué a un equipo extraordinario. Yo había estado en otros equipos, pero no del nivel de la Real Sociedad en cuanto a instalaciones, afición… Para mí era un paso muy importante y lo recuerdo con mucho cariño, tanto al club, que tengo mucha relación con la gente de allí porque hice muy buenas amistades, como a la ciudad y a la afición. Yo siempre me sentí muy respetado y me alegro de que las cosas vayan muy bien. Ya era un gran club, pero ha dado un salto cualitativo impresionante y ahora mismo está a un nivel extraordinario.
¿Cómo le recibió la afición? Usted estaba en el Alavés que le fastidió el ascenso a la Real el año anterior.
Son cosas del fútbol. Algún compañero ya me lo recordaba de vez en cuando, pero ellos también entendían que eran cosas del fútbol. Al final fue un partido muy delicado para los dos equipos. Nosotros nos jugábamos mantener la categoría y la Real, ascender. Sí que es cierto que si la Real hubiese ascendido a Primera que yo igual no habría podido pasar esos dos maravillosos años. Y la afición, muy bien. Les puede gustar más o menos tu forma de jugar o el rendimiento, pero siempre entendieron que yo era una persona profesional y me he sentido muy respetado durante todo el tiempo que estuve.
¿Y de la trayectoria del equipo esos dos años qué me dice?