El rey Felipe VI felicitó por teléfono a Bartomeu al final del partido y en presencia de Soraya Sáenz de Santamaría
Hoy se cumplen cinco años exactos desde que el FC Barcelona ganara su quinta Champions. Un Barça prodigioso con Ter Stegen, Alves, Piqué, Mascherano, Rakitic, Alba, Busquets, Iniesta, Xavi… y el diabólico tridente Messi, Suárez y Neymar, alcanzó el triplete tras un soberbio partido en el Olympiastadion de Berlín. El Barça reinaba de nuevo el mundo del fútbol. Aquella victoria puso punto final a temporada difícil y a un período de dos años en el que los problemas judiciales y extradeportivos amenazaron la estabilidad de club. Berlín pasará a la historia no sólo por una contundente victoria ante uno de los mejores equipos del mundo, la Juventus de Turín, sino por la evidencia de que, si el club se centra en la esfera universal, en el balón, se convierte en una máquina imbatible.
Durante gran parte de la larga vida del FC Barcelona las finales de la Copa de Europa fueron un sueño convertido en una pesadilla. Berna (1961) y Sevilla (1986) pesaron sobre el barcelonismo como una losa hasta que en 1992 y de la mano de Johan Cruyff y Carles Rexach, el Barça consiguió en Wembley su primera gran copa europea.
Wembley 1992 cambió tanto la historia del Barça que dos años después, una humillante derrota en la final de Atenas (1994) ante el AC Milan, apenas pasó factura emocional. El empuje del Dream Team y la posterior llegada del astro brasileño Ronaldinho y el nacimiento deportivo de Leo Messi significaron mucho. El Barça ganaría la final de París al Arsenal (2006), al Manchester United en Roma (2009), y otra vez al ManU en Wembley (2011), en lo que muchos han considerado como el mejor partido del Barça en toda su historia.
Hoy, sábado 6 de junio, se cumun plen cinco años exactos de la quinta Copa de Europa, la quinta Champions, la de Berlín, la que el Barça le ganó a la Juventus por 1-3 y que significó la culminación del tridente más efectivo y espectacular de la historia del fútbol: Messi, Suárez y Neymar.
Los tres mosqueteros se habían paseado por la Liga y la Copa del Rey, y también por toda Europa. Por primera vez, en semifinales, los aficionados del Barcelona no habían temido ni por un instante que el Real Madrid derrotara a la Juve y se plantara en la final. Los italianos viajaron a Berlín tras imponerse a los blancos.
La final de Berlín fue una final intensa, no tan emotiva en los futbolístico como Wembley 2, pero un triunfo en el estadio olímpico de Berlín, el Olympiastadion, ante uno de los grandes de Europa fue
Hace cinco años que los barcelonistas, emulando al presidente Kennedy, fueron berlineses por un día
acontecimiento inolvidable.
El día antes del partido, Carles Rexach quiso ver lo que quedaba del muro y el famoso Checkpoint Charly, en la Fredrichtrasse, y en el estadio en los entrenamientos previos a la final, cuando los jugadores de ambos equipos se encontraron en los túneles del estadio para sus turnos de entrenamiento, se adivinaba con claridad que los italianos no eran los favoritos.
En los abrazos de Gianluigi Buffon y Andrea Pirlo con Piqué o Neymar se percibía claramente quien dominaba la escena. Un jovencísimo Neymar repartía sonrisas por todos lados y se dejaba hacer selfies. La tensión, si existía, iba muy dentro porque no se palpaba en el rostro de los azulgrana.