A puerta cerrada, árbitros menos caseros
A 48 horas del inicio de la Liga, llevamos semanas analizando la Bundesliga. Es la primera experiencia continuada sin público y hay que sacar conclusiones. La primera –ya muy comentada- es la constatación de que los equipos locales, sin el apoyo de su público, bajan muchos enteros. Hasta el punto que, como contaba MD, ya hay muchas más victorias visitantes (el 48%) que triunfos locales (el 21%). En lo que iba de curso, los datos eran opuestos. Si los visitantes juegan liberados y no notan la presión ambiental, lo mismo se puede decir de los colegiados. Aitor Lagunas ha hecho el seguimiento en la Bundesliga 1 y 2 y los datos no tienen desperdicio. A puerta cerrada, los árbitros están señalando más faltas contra los locales que antes (un 12% más) y les están mostrando también más amarillas (un 35% más). Es decir, lo que intuíamos: los árbitros solían ser algo más caseros porque la presión ambiental les influye. Ahora no hay un clamor para que tome una decisión en una dirección. Hay silencio, no hay temor a la bronca y, en consecuencia, liberados, pitan lo que ven... y también por ahí sufre más el local. Al final, resultará que no era cierta la frase de Jock Stein: “Tenemos la mejor afición del mundo, pero jamás he visto un aficionado marcar un gol”. Veremos qué pasa en España.