Una baza para el club deudor
Otro factor de distorsión es el acuerdo alcanzado entre la Euroliga y la asociación de jugadores de la competición (la ELPA), por el cual los jugadores deben recibir –salvo pacto más favorable con su club- el 80% de su salario anual a pesar de que se haya cancelado la competición. En dicho acuerdo se estipula que los equipos tendrán de tiempo hasta el 15 de agosto para pagar esta cantidad u otras deudas que tengan con sus jugadores. Este límite tan tardío otorga un importante poder a los equipos deudores, que pueden utilizar la situación para renegociar condiciones con los jugadores aprovechando el miedo que puedan tener estos a llegar tarde al mercado y perder posibles ofertas. Un caso claro es el del Fenerbahçe, que adeuda varios meses a sus jugadores extranjeros. Vesely, Sloukas, Datome o De Colo tienen compromisos en vigor pero todos podrían ser invitados a marcharse si no aceptan renegociar sus contratos. La baza del equipo turco es que tiene de tiempo hasta el 15 de agosto y estas estrellas pueden perder mercado si su libertad llega tan tarde. Desde el punto de vista de sus pretendientes, la espera es igualmente problemática pues puede hacerles perder otras alternativas
H