El principio del final

hora sí que sí, es una realidad que La Liga está de vuelta. Un final de competición tan atípico como repleto de cosas por decidir. Por esto último será más importante que nunca la dinámica y resultados de los primeros partidos, la arrancada de los conjuntos que se juegan su futuro decidirá.

La primera jornada tendrá alicientes –añadidos al síndrome de abstinencia de los últimos meses– para los aficionados. Se inaugura el jueves con un gran derbi sevillano, donde los locales se jugarán mantener su posición en Champions mientras que el Betis se presentará sin presión alguna, más allá de la motivación de ganar a su eterno rival. Estoy convencido de que los equipos más relajados jugarán con ventaja lo que queda de curso.

Otro derbi nos espera el viernes, esta vez valenciano, con menos presión para el Levante. Al día siguiente y ya en pleno fin de semana, el Espanyol, hasta ahora el peor equipo de La Liga en su campo, recibirá al Alavés en Cornellà con la necesidad imperiosa de sumar; lo que sería un primer paso hacia la épica que necesitan los de Abelardo. Esa misma noche se estrenará por fin el Barça. En su visita a Son Moix los de Setién al completo, a excepción de Lenglet, defenderán liderato. El Mallorca se juega la vida.

La jornada 28 iniciará el domingo en Bilbao con la visita de un At. Madrid necesitado y finalizará por la noche con el estreno del Real Madrid en el Alfredo di Stéfano ante un Eibar que acabó con una dinámica negativa, aunque esperamos ver a un equipo renovado

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