El mejor presidente de la historia
edescubrir a Sandro Rosell, sea a través de su libro o de su experiencia en prisión, insólita, parece obligatorio. Hace 10 años, cuando ganó las elecciones siendo el presidente más votado de los 121 años de barcelonismo, también se convirtió, para algunos, en el más odiado y perseguido. Fichando a Neymar, ejerciendo su catalanismo o impidiendo que el
Barça siguiera siendo el chiringuito de algunos se ganó enemigos potencialmente muy poderosos.
Mientras eso pasaba, sin embargo, Rosell reformó de una vez y democráticamente los estatutos del club, desbloqueó la lista de espera, impulsó, de verdad, el Femení, volvió positivo el patrimonio neto del club, ganó una Champions entre una multitud de títulos y dejó a punto, financiado y baratísimo, el Espai Barça.
Siendo eso destacable, los que gestionamos en aquel tiempo la sensibilidad solidaria del club aprendimos de él a hacer del Barça, a través de su Fundació, un club ejemplar. Reforzó la alianza con UNICEF, porque había sido un acierto, y recondujo el resto de los recursos propios a generar programas de deporte e integración como FutbolNET, que sigue siendo el programa estrella de nuestro club, contra la vulnerabilidad infantil en Catalunya.
Una acción admirable y aplaudida que Rosell consiguió financiar abriendo una vía de ingresos extraordinaria, única en el mundo y representativa del compromiso con el que, a menudo, no se juzga como es debido a nuestros jugadores profesionales, que regalan el 0.5% de sus contratos a la Fundació. Todos, desde Messi al último en llegar al hockey patines. De su bolsillo, resultado de la generosidad de nuestros cracks, hoy entran 3 millones de euros anuales en la Fundació para proyectos sociales Catalunya.
Hubo un antes y un después de Rosell en la Fundació del FC Barcelona, que llegó a conectar con el mundo no sólo con la Fundación de Bill Gates o de Shakira, también con el CIO o el BID, además de exportar FutbolNET internacionalmente en más de cuarenta países gracias a patrocinadores extranjeros.
En la cárcel, a Rosell lo han ayudado y él ha correspondido. Una vez fuera, lo primero ha sido procurar recaudar fondos para el Padre Paulino, lo más parecido a la ‘Fundación’ de Soto del Real, porque eso forma parte del ADN de quien, para muchos, ha sido el mejor presidente del Barça
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