La ATP quiere cerrar hoy el calendario final
La USTA, federación estadounidense de tenis, invirtió 550 millones de dólares en cinco años de remodelación de la instalación que acoge el US Open, el Centro Billie Jean King de Nueva York. Esta cifra incluyó el techo retráctil de la pista fija con mayor capacidad de este deporte, el Arthur Ashe Stadium, con capacidad para más de 23.000 espectadores.
Ello se traduce en créditos bancarios con su torneo de Grand Slam, así como otras competiciones del circuito profesional, como mejor aval. Sin embargo, la COVID-19 ha puesto contra las cuerdas a la USTA, que anunció recientemente que recorta 110 puestos de trabajo y cierra sedes para reducir costes, alrededor de 20 millones de dólares.
Nueva York es el centro de la pandemia del coronavirus en Estados Unidos, país asimismo azotado por el conflicto racial. Sin embargo, la USTA se agarra al salvavidas US Open, aunque sea a puerta cerrada, renunciando de entrada a un 35 por ciento de los 400 millones de ingresos en condiciones normales. Pero quiere salvar la cuarta parte, que corresponde a los derechos de televisión y algunos ‘kilos’ más de patrocinadores aun renegociando contratos al no haber aficionados.
Por ello ha propuesto un US Open del 31 de agosto al 13 de septiembre con restricciones sanitarias y económicas. El premio a los tenistas sería de alrededor el 90% del repartido en 2019 (57,24 millones entre todas las categorías), aunque sin fase previa y recortando los cuadros de dobles.
Además, los tenistas disputarían la semana anterior el torneo de Cincinnati aunque en el propio Flushing Meadows neoyorquino, en una suerte de cuarentena de prácticamente un mes conviviendo en un
El miércoles pasado, unos 400 tenistas intercambiaron opiniones durante más de tres horas y media a través de la plataforma Zoom y en convocatoria de la ATP, organismo que preside el ex tenista italiano Andrea Gaudenzi. El tema de debate, el regreso ya al circuito en agosto, camino del US Open. Se dieron cinco días de negociaciones y reflexión que concluyen hoy lunes
Hhotel cercano al aeropuerto, con prohibición de acudir a Manhattan, de moverse fuera del ámbito competición. El acceso al Centro Billie Jean King sería limitado en días sin competición, cada tenista podría acudir con un solo acompañante.
Se sucederían los tests de coronavirus, entre otras demandas que el nº 1 y presidente del Consejo de Jugadores ATP Novak Djokovic calificó de “extremas”, algunas “imposibles de cumplir”. Acentuó la necesidad de disponer de su equipo técnico, lo que motivó críticas de tenistas importantes pero lejos de la lucha por un título de Grand Slam, como el británico Dan Evans o la estadounidense Danielle Collins.
Ello subrayó la diferencia de intereses según el nivel ocupado en el tenis mundial. La élite se aleja de un US Open y crece el nivel del ‘no’ al planteamiento actual de la USTA. No sólo son los top-10, también muchos top-100, aunque el problema reside en los tenistas que sufren económicamente por el parón. De hecho, la USTA mejoró la cantidad ofrecida en compensación a la eliminación de la ‘qualy’ y rebajó el nivel de recorte de los dobles. La guerra está abierta, entre los organismos que quieren salvar parte de sus ingresos con la vuelta de los torneos y en el seno de los jugadores, de niveles e intereses contrapuestos como modo de vida.
“Lo realista sería septiembre, la tierra batida”, apuntó Djokovic. Sería un calendario con Madrid, Roma y Roland Garros.
Nadal no viajaría a Nueva York actualmente, pero “no sé qué pasará en dos meses”. Eso sí, pidió “máxima seguridad (sanitaria) y justicia (entre participantes)”, algo que sólo una vacuna garantizaría al ciento por ciento. La australiana Ashleigh Barty o la rumana Simona Halep siguen esa línea. Y Patrick Mouratoglou, entrenador de Serena Williams, señaló que no cree que su pupila pueda estar un mes sin hacer vida con su hija por la norma de un único acompañante. Aunque los tenistas estadounidenses defienden en general lo suyo, su Open, su tenis
Novak Djokovic Hay normas imposibles de cumplir. Lo más realista, tierra batida en septiembre”
Rafa Nadal Hoy diría no, pero no sé qué pasará en unos meses. Si nos dicen que va a haber una vacuna en diciembre entonces creo que no valdría la pena arriesgar ahora en volver a jugar”
Dominic Thiem Tendrán que cambiar para que tenga sentido”
Alexander Zverev No me creo que haya muchos jugadores que quieran jugar con esas condiciones”
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