CISMA EN LA NBA
n La división entre los jugadores, con LeBron e Irving enfrentados, hace tambalear el retorno de la liga
Malcolm Brogdon La gente está hablando largo y tendido sobre la opción de no jugar”
Enes Kanter Hay muchos jugadores en mi equipo que no piensan jugar “
n Ambas facciones chocan por motivos de salud y de clima social y varias estrellas meditan un plantón
LeBron James quiere jugar para poder salvar parte de la temporada y los ingresos de todo el personal de la NBA, también sus millones y el del resto de sus colegas y superestrellas; además opina que la pista puede ser el mejor altavoz para seguir alimentando el debate alrededor del racismo endémico y la violencia policial que afecta a las mal definidas minorías en Estados Unidos. Su ex compañero de campeonato en los Cleveland Cavaliers, Kyrie Irving, lidera precisamente la posición contraria: jugar es una distracción innecesaria en un mundo aquejado por la injusticia social y la crisis sanitaria del coronavirus.
Las dos facciones batallan ahora por tomar el control de la situación en la NBA. No es una lucha menor, ya que en juego está el plan de retorno que la liga anunció hace un par de semanas, un plan que encerraría dentro de una burbuja a 22 equipos y aproximadamente a unas 1.000 personas indispensables para llevar a cabo la reanudación de la competición. El estallido de las manifestaciones por la muerte de George Floyd han reventado el consenso inicial entre la liga y los jugadores, que parecían haber solucionado las diferencias más importantes respecto a la cuestión sanitaria.
“Creo que la gente se está juntando para hablar largo y tendido sobre la posibilidad de no jugar”, aseguró Malcolm Brogdon en el podcast de J.J. Reddick en The Ringer. Ambos jugadores deberían entrar en la burbuja junto a sus respectivos equipos el próximo 7 de julio. “Hay muchos tíos en nuestro equipo que no piensan jugar”, le dijo un compañero de conferencia a Enes Kanter, pívot de los Boston Celtics. “Son superestrellas. Si te dijera quiénes son te volverías loco”, reconoció Kanter en una entrevista con la NBC. “Mira hasta dónde estamos llegando para poder jugar un partido de baloncesto cuando está aconteciendo algo mucho más importante, más significativo, que realmente nos necesita”, compartió Damian Lillard en una entrevista con GQ.
Dwight Howard, compañero de LeBron, también ha dicho que el entretenimiento debería ser una cuestión secundaria ahora. “Cuanto menos distracciones, más tiempo podremos dedicarnos a ello. No más baloncesto hasta que resolvamos las cosas”, apuntó el pívot. Su agente, sin embargo, detalló que el jugador no ha decidido si irá o no a Orlando todavía. James ha recibido incluso algunas críticas de jugadores, como Patrick Beverley, que desliza que se comporta como un dictador preocupado por sus negocios.
La votación del sindicato
La asociación de jugadores aprobó por 28 votos a favor y 0 en contra la reanudación de la liga, pero las apariencias engañan. La NBA todavía se tambalea, y de momento prevalece el cisma entre los jugadores. Sin todos ellos a bordo, será difícil completar la temporada en condiciones
Las visiones de unos y otros son legítimas. Ambas tienen buenos argumentos detrás para ser defendidas. Si la NBA viera sus planes de retorno bloqueados por el plante de una mayoría de sus jugadores, el mensaje contra la injusticia sería tan contundente como el agujero en los bolsillos de mucha gente. Si la NBA finalmente retomara la actividad en la burbuja de Disney, la rodilla al suelo durante el himno y los mensajes de los jugadores durante las ruedas de prensa o en las camisetas de calentamiento serían imágenes que también traspasarían fronteras cada noche
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