La nueva aberración televisada
La Liga ofrece los resúmenes de partidos con imágenes retocadas con falso público
La Liga ha vuelto con un aberrante sistema de manipulación de la realidad. Movistar+ ofrece dos alternativas: la manipulada en un canal y la real en otro. La primera opción cuenta con un público virtual que consiste en un mosaico de puntitos de colores en la grada que crean el efecto visual de una masa de aficionados. También hay el sonido que reproduce el antiguo ambiente de ese estadio antes del coronavirus, con la particularidad que reacciona artificialmente a algunos estímulos futbolísticos. Se puede escuchar un “¡Uyyy!” en los tiros a puerta y eufóricas celebraciones de los goles, suponemos que a base de pulsar los botones correspondientes. La otra versión, la auténtica, permite escuchar los gritos de los jugadores en el terreno de juego y la desagradable reverberación del estadio vacío. Se puede dar la circunstancia que un club decida por su cuenta añadir sonido ambiente a través de su propia megafonía del estadio, como pasó el sábado en Mallorca contra el Barça, un ruido que a nivel televisivo era insoportable.
Pero quizá lo más grave es comprobar que los resúmenes de los partidos que facilita La Liga a los programas informativos están hechos con las imágenes manipuladas, con el falso mosaico del público. Esto sí que, definitivamente, es ya una manipulación documental flagrante de la historia. Si se trata de información, los resúmenes deberían ofrecerse con las imágenes reales. Usar público falseado en las crónicas informativas es tergiversar la realidad, utilizando con valor periodístico imágenes retocadas a nivel digital.
Si durante semanas, jugadores, entrenadores, clubes y demás entidades responsables del fútbol explicaron hasta qué punto jugar en estadios vacíos afectaba al juego, la propia competición ha decidido que era mejor camuflar la realidad como si nada hubiera sucedido y las condiciones fueran las de siempre. El partido se resiente de las condiciones de una grada sin público, pero la televisión opta por fabricarte un ambiente artificial de Playstation para que la audiencia se olvide y perciba que todo sigue igual. El fútbol se aísla de la realidad social del país, borrándola de las pantallas. Pan y circo ajeno a la actualidad
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