Del letargo al tridente
s lógico pensar que el Barça se autorreguló como ha hecho muchas veces estos años viendo el atracón de partidos, la posición del Leganés y la trascendental visita al Sevilla a tres días. Es de esperar que el viernes volverán desde el segundo 1 las ganas de Palma para dar un paso capital hacia el título, pero la realidad es que el equipo se contagió del desangelado ambiente. Como ejemplo, Arthur, de regreso al once y abusando del pase fácil, estéril ante el muro rival. Ansu sí fue de menos a más hasta abrir la lata pero Setién le preservó recuperando el tridente cinco meses después. Quizá pensando en repetirlo en el Pizjuán. Con él despertó algo de su letargo el Barça, el VAR impidió a Griezmann devolver con un gol la confianza de Setién y Messi se picó hasta provocar un penalti. Trámite cumplido sin desgaste pero pasado mañana no valdrán medias tintas. Con el ‘goal-average’ favorable al Madrid, no hay colchón para dormirse. A Sevilla hay que ir despiertos
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