Un protocolo de agravios
Era fácil. Pero lo han hecho difícil. Se entiende. No hay ninguna prioridad en lo que respecta a medios de comunicación. Ni los entienden, ni quieren entenderlos. Lo importante es el dinero y la política. Para muchos no existe la información sino solo la propaganda. No comprenden que se necesiten miradas propias y que la gente busque más allá de lo que quieran vender. La cartera y la ideología. Esas parecen ser las preferencias hoy de una sociedad volcada más en la propaganda que en la necesidad de una información independiente. Pero que no se sepa, que no se diga, que no salga. Al final todas las grandes instituciones tienen medios propios de propaganda y se han acostumbrado a que la información sea eso o provenga de gabinetes de comunicación externos.
EN EL TEMA DE PROTOCOLO para acudir a los campos de fútbol se empieza con una falta de conocimiento sobre la prensa deportiva y el propio territorio. La primera decisión era fácil: los cuatro diarios deportivos nacionales entran en todos los campos del fútbol profesional. Simplemente porque es lo que llevan haciendo desde hace muchos años (Mundo Deportivo se fundó en 1906). Los cuatro llegan a los mismos puntos de venta de toda España. El fútbol es deporte. La primera decisión era fácil. Pero no.
SE DECIDE QUE SOLO ENTRAN SEIS diarios a cada partido y que los elige el club local. La gran mayoría son diarios locales. Bueno. ¿Y fotógrafos? 14. Lo decide LaLiga. ¿Por qué seis y catorce? No hay un argumento claro, aunque el estadio esté vacío. Lo de que no quieren que se viaje mucho no tiene sentido porque se permite desplazarse por trabajo a cualquier lado. Y los medios no van de vacaciones. Van a trabajar. No son espontáneos que saltan al terreno de juego a pedir fotos. Por primera vez en la historia (si nadie lo remedia) esta noche no habrá ningún medio catalán (aunque sea nacional) en un partido del Barça. Algo tan histórico como lamentable. El protocolo de medios no se podía hacer peor
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