Estupor en el Barça con los arbitrajes

tién, el porqué de que unas jugadas se revisen in situ por el árbitro principal en la pantalla del VAR junto a los banquillos y en otras no. En los mensajes que se cruzaron entre las altas esferas del Barça la noche del domingo se dio la razón a Piqué por sus declaraciones del viernes, que se unen a otras de Sergio Busquets tras la visita azulgrana a Anoeta en diciembre. En la misma área donde se pitó penalti sobre Vinicius no se decretó pena máxima sobre Piqué tras un empujón muchísimo más claro.

Hubo quien se acordó de dos penaltis del Madrid no señalados en su visita al Alavés en la primera vuelta con Cuadra Fernández y Munuera Montero (VAR), de aquel choque de Militao con Gudelj que permitió marcar a Luuk de Jong para el Sevilla en enero

El uso del VAR da la razón a Piqué en una ya extensa lista de agravios este curso

(habría sido el 0-1). El sevillista estaba quieto pero el vídeoarbitraje (Soto Grado) avisó a Martínez Munuera de que había sido un bloqueo deliberado. También hubo referencias al clarísimo penalti de Casemiro a Álvaro Morata en el Madrid-Atlético de febrero con 0-0 en el marcador con el catalán Estrada Fernández, el mismo colegiado de anteayer en Anoeta, y Sánchez Martínez en el VAR. La intervención, siempre a su favor del VAR, ante Eibar, Valencia y Real Sociedad, ha colmado la paciencia en el Barça, donde ven con recelo las últimas ocho jornadas con empate apuntos. Hoy pita Gil Manzano, tampoco grato en el vestuario azulgrana

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