Munuera: el otro Guruceta
Sorpresa mayúscula en el regreso del fútbol sala. El Barça, vigente campeón, no podrá revalidar el título de la LNFS y tampoco jugará la próxima Champions (a no ser que gane la Final Four 2019-20 en octubre en el Palau) tras caer en los cuartos de final del playoff exprés frente al Levante (3-2), en un partido marcado por la polémica.
El conjunto de Andreu Plaza, que se había adelantado con un golazo de Sergio Lozano y otro tanto de Daniel, protestó la falta inexistente de Adolfo tras un tirón muscular de Jorge Santos, que supuso la quinta de los azulgrana en la segunda parte. A la postre esta infracción fue determinante ya que minutos después el Levante pudo igualar con un doble penalti de Cuzzolino. Cecilio selló la remontada a tres segundos del final, dejando a los culés sin opciones de volver a ganar la Liga.
El Barça dominó en la primera parte y abrió el marcador gracias al capitán Sergio Lozano, que marcó uno de los goles del año con un misil con la zurda directo a la escuadra, y estuvo cerca de ampliar diferencias antes del descanso con un tiro de Dyego que dio en el palo. Con el paso por los vestuarios, los culés mantuvieron su superioridad sobre la pista y ampliaron diferencias con un buen tanto de Daniel, tras una dejada de cabeza de Ximbinha, pero todo se torció en los últimos instantes. Después de la polémica falta de Adolfo sobre Jorge Santos, una acción que la repetición dejó claro que no era falta ya que el jugador del Levante se tiró al suelo tras sufrir un pinchazo muscular, los granota remontaron con un tanto de penalti de Pedro Toro, el doble penalti convertido por Cuzzolino y un gol agónico de Cecilio a falta de tres segundos, dejando sin tiempo para la reacción a los culés. El Levante jugará en semis ante el ganador del choque de hoy (15.00 h./Gol) entre Viña Albali Valdepeñas y Osasuna Magna.
Movistar no falla ante Jaén
En el primer duelo de cuartos, Movistar Inter derrotó a Jaén Paraíso Interior (3-1) y certificó su pase. Carlitos avanzó a los andaluces en un doble penalti, pero Elisandro, Raya y Bebe dieron la vuelta. El luso Ricardinho no jugó ni un minuto
Ho tuvo mérito alguno porque era previsible que ocurriera. Hace año y medio, desde esta columna, definí VAR como un acrónimo de Vamos a Ayudar al Real. Y se ha confirmado. Velasco Carballo y sus secuaces han convertido el VAR, una herramienta destinada a mejorar el fútbol, en una porquería que no revisa lo que puede perjudicar al Real (fuera de juego de Benzema ante Eibar) y sí revisa cuanto pueda beneficiarle.
El valenciano Juan Munuera Montero se ha convertido en el icono de esa porquería. Él fue el juez que desde el VAR anuló el gol de Messi en la semifinal de la Supercopa de España porque el balón le rozó el hombro y también el que avaló el de Benzema en Anoeta que fue calcado al de Messi. ¿Por qué distinto criterio en jugadas idénticas? En el VAR no se decide en décimas, sino que se revisan las jugadas con generosidad y desde diversos ángulos. No hay riesgo de error humano. Por tanto, si a igualdad de infracción un juez decide distinto, no imparte justicia y, además, despide un cierto tufo a corrupción.
Cincuenta años después el fútbol español ya tiene su Guruceta, aquel que señaló un penalti de Rifé a Velázquez desde casi 40 metros y sin atender a su auxiliar, a fin de clasificar al Real para la final de Copa. Munuera apartó de la final de la Supercopa al Barça y ahora ha puesto en bandeja la Liga al Real. Todo un crack.
¿Y Estrada, el árbitro de Anoeta? De buena fuente me ha llegado que el hombre aspira a entrar en la categoría Elite de árbitros internacionales (!). Ahora está en la First. Y tiene que hacer méritos. Lo de Anoeta puntúa mucho para su objetivo
H