Un Valencia constante, un ‘Granca’ sin ánimos
N El equipo de Jaume Ponsarnau amarra el liderato con Loyd y Tobey destacados
En las circunstancias más difíciles, con la presión de su lado y con la baja de última hora de uno de sus puntales, Alberto Abalde, el Valencia Basket se regaló una plácida victoria que le coloca en semifinales, que de paso permitió al San Pablo Burgos hacer historia y entrar en esa ronda y que culminó la inesperada eliminación del Madrid. Las claves: sumó a Loyd y a San Emeterio, Jaume Ponsarnau esquivó con tino los bajones de su equipo y enfrente se encontró con un Herbalife Gran Canaria en descomposición.
El culebrón de la salida de Fotis Katsikaris dejó muy tocada la moral del equipo de Las Palmas que apenas se las apañó para agarrarse al choque en la primera parte pero fue incapaz de frenar el arreón valenciano en la segunda.
Consciente de que sin Abalde la capacidad de remontada que había mostrado en los partidos anteriores disminuía mucho, el equipo valenciano salió enchufado. Las penetraciones de San Emeterio y Loyd y las continuaciones de Tobey le dieron el mando y Jaume Ponsarnau aprovechó para dar descanso a Van Rossom.
Pero sin el belga en la pista el Valencia volvió a dudar y el ágil Lecomte supo meter en el choque a su equipo, explotando los tiro desde las esquinas de Harper o Okoye. Viendo el panorama, Ponsarnau recuperó a Van Rossom para que le diera otro impulso al equipo y sobre todo para evitar el temido bajón. Acertó y con el cochón de nuevo algo más mullido, le devolvió al banco y aunque Bourousis despertó, los puntos de Colom compensaron (44-51).
El factor Quino Colom
Decidió el técnico catalán aprovechar la inercia del base andorrano en la reanudación y le salió bien. Con su facilidad en el pase, y ante una defensa muy permisiva, encontró a Jordan Loyd y a Mike Tobey que golpearon con sus puntos al equipo insular sin que ni en la pista ni en el banquillo nadie acertara a parar esa dinámica.
Olió la sangre San Emeterio y se empeñó en llevar la ventaja casi hasta los treinta puntos, lo que suponía la sentencia real del choque y aunque Oriol Paulí se resistió a no hacer un último intento, un par de triples de Marinkovic y Sastre acabaron con su resistencia y permitieron al Valencia guardar alguna fuerza para mañana
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