Ni un Messi omnipresente dio para ganar

Lo peor que dejó el partido es que un Messi que estuvo en plan líder desde el primer minuto sólo le alcanzó al Barça para empatar. Eso retrata al equipo, no al crack. El 10 generó no menos de cinco pases de gol claros: a Piqué, a Semedo, a Ansu y los dos de Suárez, que si acabaron en la red, el primero de ellos tras un antídoto genial a las faltas con múltiples barreras que le plantean los rivales. Leo fue objeto de un posible penalti de Cuenca, por cierto sólo protestado por el infractor, y se le sigue resistiendo el tanto 700, que buscó sin éxito incluso con un gol olímpico

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