Mundo Deportivo (At. Madrid)

La polémica del partido llegó con dos penaltis que el VAR tuvo que revisar

- Chema G. Fuente Madrid El Atlético de Madrid, celebrando un nuevo triunfo, en este caso ante el Deportivo Alavés, muy trabajado

Diego Simeone no perdió ni un segundo en preocupars­e de los apercibido­s de cara al duelo del martes ante el FC Barcelona. ¿Para qué? Lo mismo valía el partido del Metropolit­ano ante el Alavés que el del cuadro catalán, tres puntos. Y tres puntos vitales para el Atlético de Madrid en su objetivo de asegurarse la Champions o lo que es lo mismo, la viabilidad económica del proyecto. En ello anda, paso a paso, en el mejor momento de la temporada por resultados. Doce partidos ya sin conocer la derrota y sin apenas encajar goles.

El Atlético sacó adelante un partido complicado, laberíntic­o por la propuesta del rival. Y lo hizo como solía en los buenos tiempos, madurando los partidos y marcando diferencia gracias al balón parado. Un gol de Saúl en la segunda mitad evitó los nubarrones que se cernían sobre el partido. Y la fulgurante salida de Llorente, que está imparable, provocó la citada falta y el penalti con el que Costa puso el 2-0. El equipo rojiblanco sigue más que firme en los puestos de Champions, mete ventaja a los rivales directos y se asienta en el tercer puesto en su espectacul­ar racha tras la vuelta a la competició­n.

El Cholo puso un once reconocibl­e, sólo cuatro cambios, mientras que el Deportivo Alavés sí que pensó lo que se venía encima en las próximas jornadas para asegurarse la permanenci­a. Garitano introdujo hasta nueve cambios, con la baja de última hora del gran goleador del equipo, de Lucas Pérez, fuera por molestias. Pero no lo pareció. El equipo vasco fue un rival rocoso, complicado de descifrar, incómodo.

La primera mitad fue un quiero y no puedo. Un constatabl­e atasco por momentos para los rojiblanco­s, circulació­n lenta y un rival muy cifrado. El Alavés le dio al Atlético

el balón y eso siempre genera más dudas para los rojiblanco­s que si se protege y correr.

Simeone no veía claro el asunto y dio entrada a Diego Costa y Marcos Llorente, el rojiblanco más en forma en estos momentos. Aún no había dado tiempo a ver la validez de los cambios cuando el Atlético, de la única forma que se veía hasta ese momento que podía llegar, a balón parado, puso el 1-0. Centró Trippier y Saúl entró al remate con la fiereza que suele para poner al cuadro colchonero por delante.

Llorente le dio al Atlético la velocidad y verticalid­ad que precisaba. Una jugada suya dio la falta del 1-0 y poco después se marchó de Ely como si el central del cuadro

vasco estuviese clavado en el suelo, se plantó en el área y cayó. Penalti o más bien penaltito. El caso es que el colegiado lo pitó y Costa marcó el 2-0. Con el partido más abierto, el Atlético pudo correr y Lodi, con un disparo desde dentro del área pudo ampliar la diferencia. El partido quedó un maquillado por un penalti también extraño de última hora. Una falta en la frontal en la que Koke se tiró al suelo, el balón le impactó en la cara y luego en la mano. Penaltito. Joselu la ponía en la escuadra. Lo peor, que el vallecano veía amarilla y no estará ante el Barça

H

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain