Messi, solo ante el peligro
Leo volvió a ser el único jugador con auténtica voluntad de buscar el gol: con una rosca y en dos faltas, una salvada por Costa y la otra por Oblak. Sacó el córner del 1-0 y ejecutó el penalti del 2-1 con un Panenka perfecto. Acabó con la reserva y proyectando una indisimulable sensación de orfandad hacia un equipo sin chispa
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