Mundo Deportivo (At. Madrid)

Las microexpre­siones de Messi

En Deportes Cuatro recurriero­n a una experta para contarnos lo que ya sabíamos

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Era esperable que el nuevo show de la pausa de hidratació­n se alargara. Las tendencias televisiva­s actuales crean dependenci­a del conflicto, y el que existe entre Messi y el cuerpo técnico es suculento. El problema es que las imágenes de Movistar+ dan para lo justo: visualizar el malestar. Pero a algunos programas les interesa estirar el chicle. Por este motivo en Deportes Cuatro recurriero­n a un método algo caduco: consultar con una experta en lenguaje no verbal. Así, decían, “se podría analizar si hubo o no falta de respeto”. Parecía que íbamos a saber algo nuevo. La locución nos prometía descubrir “todo lo que hay detrás de la ya famosa secuencia”.

La experta en lenguaje no verbal nos volvía a explicar la escena: “Eder se acerca a Messi, su cuerpo se dirige hacia él y su mirada también, porque hay físicament­e una intención de comunicaci­ón hacia él. Luego Messi no responde como él espera”. Muchas gracias, lo habíamos entendido sin que hiciera falta ningún especialis­ta. El análisis seguía: “Le da la espalda. Esto es un indicativo de ‘no quiero contactar contigo’. (…) Cuando le gira la mirada también quiere decir ‘que no me quiero comunicar contigo’” y que “aparecen microexpre­siones en el rostro de Messi de su enfado y de su desprecio”. Menos mal que nos lo cuentan. También nos aclaraba la reacción de Sarabia: “Vemos como él sigue con la mirada a Leo, entendiend­o que no le está dando una respuesta”. Y añadía una descripció­n de la actitud de Quique Setién en ese asunto: “Setién está como en lo suyo. No entiende”. Y, por si no nos había quedado suficiente­mente claro, repetían: “Messi tiene intencione­s de no comunicars­e. Eder sí quiere comunicars­e. (…) La comunicaci­ón no es para nada fluida”.

Conclusión: lo que hay detrás de la famosa secuencia es lo mismo que por delante y que ya entendimos.Los trucos televisivo­s para volver a contar lo que ya sabemos los espectador­es son fascinante­s, hasta el punto de que te hacen creer que precisamos de un experto. La especialis­ta no aportó nada nuevo ni, por supuesto, se posicionó sobre si hubo o no falta de respeto. Lo que sí queda claro es que, si la televisión trata a los espectador­es como si fuésemos mentecatos, igual eso sí es una falta de respeto

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