Mundo Deportivo (At. Madrid)

El Atalanta baja los humos del Nápoles

N Los goles de Pasalic y Gosens en el arranque de la segunda parte frenaron en seco la racha del equipo de Gatusso, rival del Barça en Champions Ojo con Ospina: cambiado por un golpe

- Gollini; Toloi (Sutalo 89’), Caldara (Palomino 72’), Djimsiti (Hateboer 80’); Castagne, De Roon, Freuler, 8 Gosens; Pasalic (Tameze 88’), ‘Papu’ Gomez (Muriel 88’); Zapata. Ospina (Meret 30’); Di Lorenzo, Maksimovic, Koulibaly, Mario Rui; Fabian Ruiz, Dem

Las victorias del Nápoles ante los grandes de Italia, incluida la Coppa frente a la Juve, eran todo un aviso para el Barça de cara al partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League. Por eso el test contra el Atalanta, el equipo de moda de la temporada en la Serie A, también por su excepciona­l papel en la gran competició­n europea, se afrontó como un buen retrato del momento que está atravesand­o la ‘squadra’ de Gennaro Gatusso. Pues bien, en el duelo de equipos en racha ganó claramente el Atalanta, que afianzó su cuarta plaza con goles de Mario Pasalic y Robin Gosens en un arranque demoledor en la segunda parte. Ese 2-0 y la lesión del portero David Ospina, sustituido tras recibir un golpe, afeó definitiva­mente la tarde del Nápoles y le bajaron algo los humos, que estaban en el cielo tras cinco triunfos seguidos

El Atalanta, cuarto en el ‘tabellino’, le sacaba antes de jugar 12 puntos a un Nápoles que paga aún en la clasificac­ión su mal arranque de curso. Además de la tranquilid­ad que proporcion­a haber conquistad­o ya un título, la sensación de que el

Nápoles ha crecido con Gatusso es general. Atalanta, sin embargo, fue un paso atrás en ese optimismo napolitano de cara a la vuelta europea ante el Barça.

Ospina fue el futbolista que más se vio ya desde el principio del partido. Primero con un paradón junto a la cepa de su poste izquierdo a tiro envenenado de Papu Gómez (m. 15) y luego por un golpe en la cabeza tras un choque con Mattia Caldara al despejar otro chut intenciona­do del argentino Gómez (m. 24), accidente que le obligó a ceder la portería a Alex Meret. Pese a la sensación de equilibrio, el Nápoles no generó peligro real.

Fue, sin duda, la noticia más preocupant­e para el Nápoles. El portero colombiano David Ospina recibió un golpe en la cara en un choque con Mario Rui y Mattia Caldara, que fue por abajo al rechace de un balón rechazado a parada del arquero. Ospina, tendido sobre el césped, necesitó de la atención médica durante más de cinco minutos para ver si podía seguir, pero finalmente, tras vendársele la cabeza de forma aparatosa, Gatusso optó por hacer el cambio y dar entrada al belga Alex Meret. Ospina dejó la cancha sobre una camilla, con un corte en la cara y signos de aturdimien­to. Luego siguió el partido junto a sus compañeros. Fue síntoma de tranquilid­ad

HHAl volver del descanso, entre lo de Ospina y el primer gol del Atalanta, el Nápoles se tambaleó. Otra vez el ‘Papu’, el mejor del partido, metió un centro perfecto para que Pasalic, de cabeza, abriera la lata (m. 46) . Poco después (m. 55) Gosens puso el 2-0 con un zurdazo cruzado. Gatusso refrescó al equipo y sacó del campo a Insigne y Mertens. Sonó a mensaje. Curiosamen­te, sin sus estrellas, llegaron las ocasiones del Nápoles, sobre todo una de Fabián Ruiz. Arkadiusz Milik marcó (m. 80), pero lo hizo en offside. Tras el 2-0, Gatusso estaba “muy enojado”. “No me gustó la mentalidad, hablamos demasiado”, agregó

Gatusso acabó “muy enojado” y criticó “la mentalidad” de su equipo

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FOTO: EFE
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