Mundo Deportivo (At. Madrid)

Ramos y Asensio marcaron para el Madrid y Bryan y Asaalé lo hicieron para el Leganés

- Manuel Bruña Madrid

Real Madrid y Leganés acabaron la temporada representa­ndo las dos caras de LaLiga. La cara, el equipo blanco, campeón y la cruz, el Leganés, que es nuevo equipo de Segunda. Los de Zidane ya vivieron la alegría del título el pasado jueves, mientras que los de Aguirre sufrieron la desgracia del descenso en el último partido, el que le enfrentaba a un Real Madrid en una cita a la que no faltó el VAR que no pitó un penalti de Jovic que pudo ser la salvación del Leganés.

El conjunto merengue no cumplió con su objetivo de sumar 11 victorias empatando ante un Leganés que siempre fue a remolque en el marcador, pero que nunca dejó de creer en la permanenci­a. Zidane, sin la presión de estar obligado a vencer, puso un once con cambios, aunque menos de los esperados, sobre todo a la hora de poner a los menos habituales. Con eso, le bastó al Real Madrid para adelantars­e en el marcador con un gol de Sergio Ramos en el minuto nueve aprovechan­do un fallo de la defensa del Leganés que dejó solo al central para que rematara de cabeza. El Leganés buscó el empate, seguir vivo, cargando su juego por la banda que defendía Lucas Vázquez que volvió a ser lateral derecho y que, de nuevo, demostró que no es su sitio. Silva y Bryan Gil entraban como querían por la banda izquierda donde Lucas no estaba, Militao no podía con todo y Marco Asensio lo veía todo desde muy lejos.

El Leganés tuvo alguna ocasión para empatar ante un Real Madrid que buscaba a la contra más goles, pero le faltaba la intensidad de tener que jugarse algo. Ni tan siquiera Benzema, que luchaba por el ‘Pichichi’, no fue el delantero de otros partidos, consciente que era casi imposible arrebatárs­elo a Messi. Así iban transcurri­endo los minutos hasta que en la prolongaci­ón, Bryan Gil marcó el 1-1 que le daba esperanzas al Leganés de cara a la segunda mitad, aunque siempre dependiend­o de lo que hacía el Celta ante el Espanyol. Con ese 1-1 se llegó al descanso y Javier Aguirre puso en el campo a Guerrero y Óscar Rodríguez para buscar goles mientras Zidane quitó a Ramos para poner a Nacho que era el único jugador que no había tenido minutos. El Leganés quería, necesitaba un gol, pero llegó el del Real Madrid. Fallo a la hora de sacar el balón del equipo ‘pepinero’ que aprovechó Isco para darle un gran pase a Marco Asensio que marcó el 1-2

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