De Gea le da la final de la FA Cup a un Chelsea con oficio
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Manchester se queda sin representación en la final de la FA Cup, casi imposible de pronosticar en la previa. No cumplió el City ni ayer el United, apeado de las semifinales por un Chelsea que fue mejor. No estuvo nada bien el cuadro de Solskjaer, damnificado por un desdichado compromiso de De Gea. Dos errores de bulto del español sentenciaron las aspiraciones de un United que solo le queda la ilusión de la Champions. No es poco, aunque tiene que asegurarse el cuarto puesto.
No hay peor cosa que pretender ser quien no eres. Quiso amoldarse el United al plan de juego del Chelsea, tanto que hasta Solskjaer le copió el sistema a Lampard. Jugó
con tres centrales y no le salió bien el invento, neutralizado por un rival que fue superior en Wembley. Al menos ofreció una imagen más convincente, más descarada. Se sintió fuerte y le negó el cuero a un United con Pogba, Greenwood y Martial en el banco.
Mucho lujo que aprovechó el Chelsea para llevar la voz cantante. Marcos Alonso indultó al cuadro de Manchester en un remate franco, desviado sobre el arco de De Gea. Fue la tónica habitual en un primer tiempo en el que el United no encontró desahogo, limitado por el cansancio de un Bruno Fernandes que apenas ha descansado desde que llegó a Inglaterra.
Un desafortunado choque de cabezas entre Maguire y Bailly eliminó al marfileño de la partida. Un contratiempo que le sirvió a Solskjaer para devolver al United a su formación: 4-3-3 con Martial en la punta del ataque. El protagonismo ofensivo fue del Chelsea: Giroud acertó a rematar un centro de Azpilicueta para asestar el 0-1.
Un remate que no encontró respuesta de De Gea, poco hábil en el esfuerzo de atajar un intento que no llevaba demasiado peligro sobre su arco.
Al United le faltó madurez, enormemente penalizado por el arquero español. Un jugador irregular que pasa de héroe a villano, mermado por sus errores de concentración. Pudo hacer mucho más en el tanto de Giroud y falló con estrépito en el 0-2 de Mount. Se le escapó a De Gea un disparo que no intimidaba, tan solo a alguien que no acaba de ganarse la confianza absoluta de la crítica.
Se desdibujó tanto el cuadro de Solskjaer que hasta encajó el 0-3 en propia, metáfora de la falta de fortuna. Maguire rozó el cuero en una disputa con Rüdiger. Nada pudo hacer esta vez De Gea, vendido en una acción que sentenció al United. Se quedó sin final pero redujo la diferencia con un tanto de penalti de Bruno Fernandes, intrascendente para un Chelsea que jugará el título frente al Arsenal
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