Tantos y tantos días después
El 30 aniversario de ‘El día después’ demostró la influencia televisiva del programa
El lunes, en #Vamos, regresaba una nueva temporada de ‘El día después’ conmemorando su treinta aniversario. El presentador, Carlos Martínez, ejercía de maestro de ceremonias, dando paso a antiguos y actuales colaboradores, haciendo un emotivo repaso no solo a la trayectoria del programa sino también a una manera de explicar el fútbol en España que, desde el primer día, marcó las diferencias. Se sucedieron los presentadores, colaboradores, protagonistas de vídeos emblemáticos y anécdotas. Valdano, Ramos Marcos, Lobo Carrasco, Cañizares, Castaño, Ponsetti, Daimiel, Marchante, Maldonado… pusieron de relieve esa sensibilidad especial con la que el programa ha observado el fútbol y, sobre todo, ha reflejado el estado de ánimo tan original, optimista y divertido que lo caracteriza.
Cada edición se ha caracterizado por tener un sinfín de imágenes, escenas, instantes y hábiles montajes. Por lo tanto, sumar tres décadas de ediciones supone afrontar un archivo visual tremendo. El programa del lunes era un contenedor repleto de esas imágenes que apelaban a la nostalgia y a la sonrisa. Más allá del valor personal e intransferible que cada uno asocie a las distintas etapas del programa, hay un aspecto televisivo global muy determinante: cómo el programa ha sabido evolucionar y anticiparse a la manera de enseñar y relatar el fútbol. Siempre se ha mantenido la voluntad de encontrar la mirada insólita y las historias que nadie más detectaba. En los últimos treinta años, tanto el fútbol como la tecnología mediática y los espacios informativos deportivos han cambiado mucho y el reto ha sido cada vez más difícil para ‘El día después’. En este programa de celebración se hacía evidente como, de la maqueta de Atocha a la realidad virtual, de Ramos Marcos al VAR, este programa siempre ha sido un precursor y ha creado un lenguaje televisivo que tantos otros han copiado o aprovechado. Pero, seguramente, lo que resulta inimitable de ‘El día después’ es el vínculo entrañable entre el programa y los aficionados, la conexión emocional entre el espectador y las imágenes. Esta primera edición de temporada así lo demostraba. No se lo pierdan
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