Cabrera y Rahm, de lleno en la lucha por el título
N
Un rush final de segunda vuelta fantástico, con tres birdies en los últimos cuatro hoyos llevó al canario Rafa Cabrera a ser líder en casa-club del Open USA en el Winged Foot Golf Club, en NY, con 138 (-2) en el total hasta que minutos después entró Bryson DeChambeau, quien firmó 68 golpes para 137 (-3) gracias a un eagle-3 en el último hoyo. Cabrera vaya si luchó su tarjeta ayer viernes que acabó completando con 70 golpes, el par (5 birdies y 5 bogeys). Al final del día acabó tercero empatado, a 2 golpes del nuevo líder Patrick Reed (70 y 136, -4).
A falta de cuatro hoyos también, Jon Rahm, algo irregular de tee a green y otra vez sin acierto en los greens, no quiso ser menos que su amigo y compatriota, anotando dos birdies finales, pero un inesperado y absurdo bogey-6 en el 9, par 5, ‘arruinó’ la vuelta de supervivencia del vizcaíno, que esperemos no tenga que acordarse de este resultado mañana domingo. A Jon no le estaban saliendo las cosas, pero lejos de dejarse ir, el vasco se puso el mono de trabajo, fue paciente, luchó hasta el final y sacó un resultado de 72 golpes (+2) y 141, a 5 del líder a vuelta terminada, el campeón del Masters 2018. Rahm era 11º empatado. Queda un mundo y más hablando de un US Open.
Cabrera reconoció que los últimos meses no han sido fáciles, aunque nunca perdió la esperanza de que más pronto que tarde el swing volvería a su lugar. Se divirtió el jueves según propia confesión y este viernes, en la segunda vuelta, fueron varias veces las que sacó el puño tras embocar birdies importantes al final.
“He tenido la suerte de haber jugado unos cuantos US Open y sé lo que nos vamos a encontrar. Incluso dando buenos golpes te puedes encontrar la bola en lugares horribles”, dijo Cabrera.“Lo único que puedes hacer es seguir luchando y luchando porque tienes que pensar que todo el mundo está sufriendo. Si alguno no está sufriendo ese día, ya le tocará sufrir otro día”, dijo. “Cuando estás en el campo y haces cuatro pares seguidos, piensas que has hecho un birdie”, concluyó.
Su puesta en escena el primer día fue brillante, y en la segunda, muy efectiva y ojo que al final no acabara acechando la cabeza, con el campo más complicado, soplando más viento y con los greens más difíciles y más pisados. Rafa ha dado un paso adelante, aunque ya sabemos que en golf, y tratándose de un US Open, no hay que lanzar las campanas al vuelo
H