El Barça recupera la disciplina y la alegría
Koeman hizo entrenar a los suyos por la mañana, que calentaron con intensidad y presionaron como antaño
La cosa promete. No es plan de sacar grandes conclusiones, pues apenas es solo un partido oficial, pero el Barça que se vio ante el Villarreal recordó al de los mejores tiempos de la última década: presión alta, ambición, gol, dominio, circulación rápida y... alegría. Lástima que el maldito Covid-19 sigue impidiendo que la afición acuda al Camp Nou, pues ayer lo hubiera pasado en grande, especialmente
Novedad con Ronald: los culés salieron a calentar antes que el rival (20.24 h.)
tras la gran decepción de la temporada pasada y por la irrupción de Ansu Fati, que con su nuevo 22 a la espalda, y solo 17 años, dejó claro que ha llegado al primer equipo para quedarse y hacer historia.
A la espera de la llegada de Dest en el lateral derecho y de que Pjanic coja ritmo (Ansu demostró que quizá no hace falta un ‘9’), Koeman presentó un equipo con siete jugadores respecto al que encajó el 8-2 con el Bayern, pero con un espíritu completamente distinto al de Lisboa. Como ya dejó claro en los partidos de pretemporada, el equipo se ejercitó la misma mañana de partido. Luego, ya en el Camp Nou, saltó a calentar a las 20.24, antes incluso que el rival, y con una intensidad mayor. Y a la que empezó a rodar el balón, se vio otra cosa. Messi, de entrada, se colocó como la referencia más avanzada del ataque para que fuera el único que pudiera permitirse el lujo de no desgastarse. Su nueva posición también le libera de asumir siempre el peso del equipo.
El resto actuó como un ejército, con presión alta, movimientos corales, con circulación rápida de balón y que los laterales volvieran a ser letales. Coutinho, tras su cesión al Bayern, volvió a brillar en el Camp Nou, no solo asistiendo a Ansu en el 2-0, sino también participando
El espíritu y el ritmo fueron distintos y una señal de lo que exige el técnico holandés
en casi todo el juego de ataque y demostrando que su magia puede ser muy válida para el Barça de Koeman. Además, tras sus desencuentros con la directiva, Leo no faltó a su cita con el gol y aprovechó el penalti que le regaló Ansu para anotar el 3-0 en el 35’ y fabricar el 4-0 de Pau en propia puerta en el 45’.
Otra consigna clara de Ronald: el banquillo, con los recursos que tiene, está para usarlo.Hizo cuatro de los cinco cambios posibles. A falta de ruido en las gradas, la animación llegó al Camp Nou con los fuegos artificiales del piromusical de La Mercè, que pusieron el fin de fiesta de la patrona de Barcelona y completaron el primer festival del Barça de Koeman
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