Partido controlado de Del Cerro Grande
Después del desgate en Granada, donde el Barça acabó remontado (3-5) en una nueva prórroga -la cuarta en solo 21 días- para clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey, Ronald Koeman decidió ayer hacer una revolución en su once.
El técnico azulgrana, con un ojo puesto en la ida de las ‘semis’ ante el Sevilla del próximo miércoles, introdujo ante el Betis hasta seis cambios respecto al once de Granada. Mingueza, Lenglet, Pjanic, Riqui Puig, Dembélé y Braithwaite entraron por el lesionado Sergi Roberto, Umtiti, De Jong, Pedri, Trincao y Messi, respectivamente. De hecho, el propio Koeman no se escondió tras el choque sus planes con su alineación. “Un poco sí que estaba pensando en el Sevilla”, admitió el técnico en la sala de prensa, consciente de que su equipo llevaba mucha tralla en el cuerpo para soportar la exigencia que le viene al equipo encima, más la que ya lleva acumulada.
Sin embargo, primero la lesión de Araujo en el minuto 12 y luego el marcador, trastocaron los planes de Koeman. De Jong tuvo que entrar antes del primer cuarto de hora por el uruguayo -que a la espera de las pruebas de hoy es seria duda para medirse al Sevilla el miércoles- y tuvo que sacrificarse en defensa hasta que entró Umtiti.
En la segunda, con el Betis por delante en el marcador, el técnico también tuvo que echar mano de Messi y Pedri, quienes, junto a Trincao, acabaron siendo decisivos para que el Barça conquistara su sexta victoria consecutiva en LaLiga Santander. El argentino tardó solo dos minutos desde que entró en el campo para firmar el 1-1 y poco después puso un balón para Alba para que el lateral centrara y Víctor Ruiz se metiera el balón en propia puerta. Pese al empate del propio Víctor Ruiz en el 75, a tres minutos del final, Trincao, que entró por Pjanic firmó su primer gol y el triunfo
HEn un partido competido, en especial en la segunda parte del mismo, el madrileño Del Cerro Grande sancionó con 21 faltas al Betis por 7 al FC Barcelona. Acertando en la ley de la ventaja, en su afán por estar cerca de la jugada, estorbó a los jugadores en varias ocasiones, destacando una acción en el minuto 4 en que molestó a Riqui Puig. Dejando jugar mucho, tuvo imprecisiones al no señalar faltas claras como en el minuto 23 un claro pisotón de Dembélé a Álex Moreno. Las cuatro tarjetas que mostró Del Cerro Grande fueron correctas y necesarias, aunque en un primer tiempo en que sólo hubo faltas cometidas por el Real Betis, la reiteración de las mismas debería haber supuesto alguna amonestación para el conjunto verdiblanco. El VAR de De Burgos Bengoetxea no participó al no haber jugadas conflictivas. En resumen, Del Cerro Grande ,en un partido fácil de arbitrar, con buen criterio en las faltas sancionadas, tuvo en todo momento el control del mismo. El colegiado madrileño demostró, en líneas generales, por qué es uno de los mejores árbitros del panorama nacional
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