Un debate con espías, un ‘macho alfa’ y los fariseos
El debate electoral organizado por el Grupo Godó fue un éxito de audiencia y respondió a las expectativas generadas. Jordi Basté lo dirigió con maestría y oficio, preguntando y repreguntando con picardía y olfato, y dando alas a los aludidos por alguna pulla de otro candidato para fomentar la discusión. Al final un debate no es para que unos bustos parlantes hablen a la cámara con la misión de colar frases preparadas. La gracia es que esos slogans se puedan colar con naturalidad, estar con la caña preparada y meterla (la frase brillante) cuando viene a cuento o el rival baja la guardia.
Font fue a presionar alto a Laporta desde el inicio, le recordó a cuenta del caso de I3 Ventures los espionajes de Método 3 pagados por el club durante su mandato e incluso le dijo que le veía con poca energía para afrontar un reto mayúsculo como es coger un Barça golpeado por una pandemia mundial. También Freixa le afeó lo de los espionajes y subió la apuesta desempolvando dossiers polémicos como la fallida compra de terrenos de Viladecans o la venta de patrimonio.
Y Laporta, que ha mantenido un tono institucional encomiable durante la campaña, reaccionó. Con la fuerza que Font no le ve, se removió en su sillón y respondió con esa seguridad en sí mismo que desborda. A Freixa le volvió a recomendar que deje la amargura y el rencor y a Font le afeó que mucho hablar de Xavi, pero Xavi no se ha ‘mojado’ por él. También que ha tenido que acometer varias rectificaciones durante la campaña, entre ellas con Koeman, e incidió en que mientras él estaba en el Camp Nou dándole vueltas al círculo virtuoso y ganando Champions, el candidato de Granollers estaba en Dubai, que es donde ha desarrollado muchos años su labor profesional.
Font le recordó a Laporta que el denostado Abidal era su apuesta para la secretaría técnica en 2015 e incidió en su proyecto coral mientras hizo referencia al de Laporta como basado en un ‘macho alfa’ (el lobo
que manda en la manada). Y el ex presidente respondió marcando territorio: recordando sus títulos, asegurando que habla a menudo con Xavi y que tiene recursos para que se le pongan al teléfono Goldman Sachs (fondo que gestiona el crédito del Espai Barça y la venta del Barça
Corporate), Ceferin (presidente de UEFA) y Jasikevicius, el técnico del baloncesto. Por cierto, en el contragolpe a Font le dijo que era “fariseo” decir que Xavi no tiene por qué hablar a su favor y, por detrás, presionarlo para que salga a darle su apoyo en público. Nota bíblica: en el libro sagrado del cristianismo, Jesucristo
acusó a los fariseos de ser unos hipócritas por predicar en público un comportamiento recto y no practicarlo en privado.
Suelto con el avance del debate, el ex presidente incluso hizo un chascarrillo a cuenta de la insistencia de Font en citar a Xavi como base de su proyecto: cuando se habló de baloncesto, le dijo a Freixa, que estaba a su lado: “A ver si también de esto decide Xavi, como es el mánager general...”. Todo con la media sonrisa del que se sabe favorito. Por cierto, a pesar de esa chispa de complicidad con Freixa, antes le soltó una andanada: “Yo sé que Messi no acabó muy contento de tu labor como directivo, cuando se deslizó desde dentro que era prescindible”. Freixa reaccionó con rapidez: “Yo siempre he tenido muy buena relación con la familia Messi”. Tras el debate, de nuevo, regresó el fair play y la cordialidad entre candidatos poco antes de acabar todos juntos, de nuevo, en un mismo espacio: el lavabo. Casi dos horas de debate pasaron su factura
n Laporta recibió ataques de Font y Freixa y les respondió con contundencia
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