Josep Lluís Núñez ganó a la burguesía catalana
En las elecciones celebradas el 1 de abril de 1989, Josep Lluís Núñez salió reelegido. El presidente del FC Barcelona recibió 25.441 votos (59,1%) y se impuso a Sixte Cambra, al que apoyaron 17.609 socios (40,9%), con una participación del 46,9%.
Núñez venía de salvar una de sus mayores crisis, tras perder la final de la Copa de Europa en Sevilla (1986) y de afrontar la famosa rebelión de los jugadores en el llamado Motín del Hesperia (1988) por motivos económico, que acabaría con el despido de prácticamente la totalidad de la plantilla. Esto significó el inicio de una nueva etapa en el mandato de Josep Lluís Núñez, que fichó a Johan Cruyff como entrenador (1988), desactivando la gran baza deportiva de su oponente electoral, Sixte Cambra. Fue el origen del Dream Team que acabó ganando 4 ligas consecutivas y la anisada Copa de Europa de Wembley en 1992.
Núñez había conseguido traer a los mejores jugadores del mundo, como Maradona, en 1982. El promotor inmobiliario convenció al socio, presumiendo de títulos en fútbol, tanto en las competiciones estatales como las europeas. Además, las otras tres secciones profesionales existentes entonces -baloncesto, balonmano y hockey patines- consolidaron su protagonismo y se convirtieron en equipos líderes en el ámbito europeo. Pero sobre todo su gran baza fue el saneamiento de la economía de la entidad. Se había propuesto convertir al Barça en el mayor club del mundo e incrementó su patrimonio de manera espectacular, remodeló el Camp Nou y su entorno, construyó una residencia para los jugadores de la cantera en la Masía (1979), el Miniestadi (1982) y el Museo (1984). También modernizó el Barça, convirtiéndolo en la entidad deportiva con más socios de España (pasando de 78.000 a 106.000 abonados y de 96 peñas a 1.300) y su lucha para conseguir un mejor reparto de los derechos de televisión fue uno de los aspectos por los que será recordado.
Lluís Prenafeta, asesor de Jordi Pujol, admitió años después que desde CIU, el partido político dominante en Catalunya, se diseñó la candidatura de Sixte Cambra, que debía acabar con Núñez. Los medios de comunicación controlados por la Generalitat hicieron campaña por Cambra. Tras revalidar su mandato, quedó para la posteridad la frase de Núñez: “He ganado a un candidato, a un partido político y a una televisión”
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