INGLATERRA Nadie le pilla el truco al City
N A pesar de la goleada, el equipo sufrió para ganar a un rebelde Wolves en el segundo tiempo
Cabalga el City sin mirar atrás, con la Premier entre ceja y ceja. Ya dijo Guardiola que no iba a ser un choque bonito y el equipo se comprometió frente al Wolves como si fuera una final. No se permite un descanso ni un solo despiste, prueba de que quiere volver a dominar en Inglaterra. Fue de más a menos y le faltó frescura como contra el West Ham aunque a fin de cuentas volvió a ganar y empieza a ser necesario calcular cuándo puede ser campeón (4-1).
Poco importa quién juegue de titular. Salvo el matiz que da uno u otro, la plantilla tiene tan asimilada la idea que cada futbolista sabe qué hacer en cada zona del campo. No se desgasta en defensa porque aprieta y ahoga a sus rivales arriba hasta recuperar la pelota, también a un aturdido Wolves. Maniatado en Manchester, no pudo hilar juego hacia Adama y entendió que exponerse era temerario contra un City letal con espacio.
El 1-0 fue la copia de un gol repetido en infinidad de ocasiones en el Etihad. Rodri atisbó a Mahrez con un pase de mago y el argelino puso el cuero al área pequeña. De memoria. Todo mecanizado. No hay nada improvisado en un City que ha dibujado
Casi 500 pases de diferencia marcaron el dominio del City frente al Wolves
esa misma jugada desde que Guardiola aterrizó en Manchester en 2016. Sterling aguardaba atento al remate pero Dendoncker se anticipó con un toque fatal: en el intento por rechazar condenó con su despeje a Rui Patricio.
A menudo las cifras sirven para contextualizar escenarios como el de anoche: 500 pases de diferencia marcaron el control irrefutable de un City al que le anularon un tanto de Laporte por fuera de juego. Y este deporte, a veces imprevisible, también se explica por el empate del Wolves. Una falta ingenua de Rodri propició el