“De pequeña no tuve referentes femeninos”
A Irene Paredes lo único que le quita el sueño actualmente es el pequeño Mateo. Llegado al mundo hace poco más de dos meses, ha revolucionado, en el mejor sentido de la palabra, una vida consolidada en el éxito profesional y personal. Tras una larga trayectoria futbolística, el pasado verano le llegó la oportunidad de apuntalar un proyecto exitoso como el del Barça del triplete y reencontrarse con amigas y conocidas que han hecho que en poco tiempo se sienta “como en casa” y afirme con rotundidad que “la adaptación ha sido bastante fácil”.
Irene contó en una charla con MD sobre ser finalista al Balón de Oro que “es algo que no me había imaginado en ningún momento. Es todo un orgullo y razón para estar contenta”.
Echando la mirada años atrás, cuando era una niña, Paredes recordó que “la verdad es que de pequeña no tenía referentes femeninos, entonces era imposible imaginarme algo así, simplemente disfrutaba jugando al fútbol, no sabía ni que podría ser profesional ni que había este tipo de premios para las mujeres”.
La central azulgrana no quiere que la ausencia de mujeres referentes en el fútbol durante su niñez se repita ahora y es por ello que destacó que “por eso es importante que estemos nominadas, para que sigamos siendo referentes, para que las niñas que vienen por detrás sepan que se puede, que sueñen con ello. Me encanta ver como las niñas se animan a ver el fútbol femenino”.
Uno de los elementos que más disfruta de esta nueva etapa es la de jugar como local en el Estadi Johan Cruyff: “Mucha gente va al Johan últimamente porque el equipo les hace disfrutar, al final no vienen obligados”, presumió de afición la defensa. Ahí, en la retaguardia, en el eje, hace pareja con Mapi León, y hasta se animan a construir goles con la aragonesa asistiendo y la guipuzcoana rematando, como ocurrió ante el Hoffenheim en Champions. “Al final estamos ahí para aportar y Mapi lanza los córners porque las pone muy bien a mi me hacen entrar a rematar para meterlas, y así fue”, relató Paredes. La conexión con Mapi recuerda a las mejores duplas de centrales futbolísticas y el secreto para Paredes es que “con Mapi llevamos mucho tiempo jugando juntas en la selección y nos entendemos muy bien”. A Irene Paredes, con los suyos siempre presentes en sus pensamientos, le gusta recordar que en momentos como este, con la nominación entre las finalistas al Balón de Oro, en su mente están “la familia, mis padres, mi pareja... todos los que de verdad están ahí, en los buenos pero también en los malos momentos. Con lesiones, falta de confianza, etc. Cuando las cosas no van bien son ellos quien están aguantando al pie del cañón”. Y ahí seguirán, aunque mucho tendría que torcerse la cosa para que en lo profesional tenga que aparecer el consuelo de sus seres queridos.
Soñando con la Champions
El equipo va como un trueno, Paredes es, junto a Mapi, la líder de la defensa y en el horizonte está esa ansiada Champions que tanto anhela y que aspira a levantar en Turín. El pequeño Mateo, cuando el verano asome, podría ver a su mamá levantando títulos antes de cumplir su primer año de vida. Paredes sueña con cambiar el pan con el que suelen llegar los niños bajo el brazo por varias Copas para tocar de nuevo el cielo
“Es algo que no me había imaginado. Es todo un orgullo y una razón para estar contenta”
“De niña disfrutaba jugando al fútbol, no sabía ni que podría ser profesional”
“Que las niñas que vienen por detrás sepan que se puede, que sueñen con ello”
“Pienso en mi familia, mis padres, mi pareja... en los malos momentos, cuando las cosas no van bien, son los que están ahí”